San Juan de Lurigancho: Policía capturó a 'Los monstruos de Facebook'

Se escondían detrás de las redes sociales para captar a menores de entre 12 y 15 años, y explotarlas sexualmente

Delincuentes operaban en discotecas de San Juan de Lurigancho.

Agentes de la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri intervinieron a lobos vestidos de ovejas, verdaderos depredadores, que se escondían detrás de las redes sociales parta captar a menores de edad, entre 12 y 15 años, niñas que cayeron en la trampa y no pudieron escapar en meses: fueron ultrajadas, secuestradas y explotadas sexualmente.

La banda, bautizada como ‘Los Rufianes de San Juan de Lurigancho’ o 'Los Monstruos de Facebook', tenía tantos integrantes que la Policía llevó un ómnibus interprovincial para que, una vez detenidos, estos delincuentes pudieran ser trasladados a la carceleta de la Dirincri. En el operativo policial participaron 310 agentes y 21 fiscales. 

La investigación policial empezó hace tres años cuando, de manera paulatina, llegaron a la Dirincri, junto a sus padres, menores de edad que habían logrado escapar de las garras de ‘Los Rufianes de San Juan de Lurigancho’. Ellas narraron al detalle la pesadilla que les tocó vivir en cautiverio.

Al armar el expediente en abril de este año, la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri tenía, ya en mano, los testimonios nada menos que de siete niñas, entre 12 y 15 años, hoy testigos protegidos de la Fiscalía, quienes huyeron de sus captores. 

Ellas, según las investigaciones, eran forzadas a bailar en discotecas de San Juan de Lurigancho y, luego, a tener relaciones sexuales hasta por ‘delivery’, una especie de servicio de entrega a domicilio de un ser humano, de una menor de edad.

Según los testimonios recogidos por la Fiscalía, las menores cayeron en las redes de estos delincuentes al mantener contacto con ellos a través de Facebook. Eran convocadas a discotecas y a algunas les ofrecían trabajo como promotoras. Las niñas creyeron y, una vez que se encontraban con ellos, las dopaban y abusaban sexualmente.

Las víctimas incluso señalaron a una barbería como uno de los lugares donde se cometía el abuso. 

Luego de ser reducidas, las menores de edad no podrían escapar. Eran mantenidas en cautiverio por meses y ofrecidas para servicios sexuales. Ellas debían hacer todo lo que la banda les ordenaba. 

Según la Policía, por el ilegal negocio de trata de personas, ‘Los Rufianes de San Juan de Lurigancho’ habría amasado más de 5 millones de soles. 

Antes de caerles encima, agentes de la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri se infiltraron en las discotecas Mr. Big, Mantra, Laberintos y Boom del distrito de San Juan de Lurigancho para estudiar los movimientos de los integrantes de la banda. 

Así pudieron grabar a Rafael Narváez Alvarado, cuya nacionalidad aún está en cruce de información, se presume que es boliviano o argentino, quien era el supuesto promotor de las fiestas en las que las menores de edad eran prostituidas. 

Un personaje que increíblemente tenía antecedentes policiales desde el 2016 por tráfico ilícito de drogas y por realizar fiestas con menores de edad. En aquella oportunidad, la Policía rescató a 20 adolescentes.

También se le hizo seguimiento a Henry Pereda Tafur quien verificaba el panorama comercial de la noche. 

Él, de acuerdo a los testimonios de las víctimas, llevaba a las menores de edad secuestradas de varios centros de baile para que sean explotadas sexualmente en una sola madrugada. Este sujeto tiene antecedentes policiales desde el 2013 por tentativa de secuestro.   

En tanto, el cabecilla de ‘Los Rufianes de San Juan de Lurigancho’ era Amador Miranda Alca, conocido como ‘El Padrino’. Él, a decir de las víctimas, era quien captaba a las niñas y les ofrecía, a través de las redes sociales, trabajos como promotoras. Nada más falso. 

Al igual que sus compinches, ‘El Padrino’, tiene antecedentes policiales desde el 2011 por lesiones y daños materiales.  

Entre los detenidos está Juan Núñez Sánchez sindicado por las víctimas de recibir a las menores en las discotecas para, luego, ofrecerlas sexualmente. El año pasado fue detenido por tentativa de homicidio. 

Carlos Soel Sierra hacía lo mismo: manejaba un grupo de menores a quienes obligaba a prostituirse. Actualmente tiene una requisitoria vigente por apropiación ilícita. 

Justo Rojas Antúnez, conocido como Junior, captaba menores de edad e, incluso, según las denuncias presentadas, habría abusado de una de ellas.

Durante el allanamiento y desarraje de domicilios y discotecas, agentes de la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri le incautaron a esta mafia de trata de personas de menores de edad, ‘Los Rufianes de San Juan de Lurigancho’, armas de fuego, cacerinas, chaleco antibalas, celulares y más de cuatro mil soles. 

A estar atentos en casa con nuestros hijos y su relación con los aparatos tecnológicos mal usados. 

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