Sada Goray: Marka Group despidió a sus trabajadores sin pagarles sus beneficios laborales

Extrabajadores de Marka Group denuncian a Sada Goray, investigada por sobornar a funcionarios del gobierno de Pedro Castillo, por despedirles sin antes pagarles sus beneficios laborales completos

Video: Cuarto Poder

Hace un año, la empresaria Sada Goray celebró Fiestas Patrias bailando un popular huayno cajamarquino. Estaba en las modernas oficinas de su empresa inmobiliaria Marka Group. La acompañó su madre Violeta Chong, quien no tenía muchas ganas de bailar, y su hija mayor, que no se libró del entusiasmo de los empleados de su madre.

Era la celebración por Fiestas Patrias que organizaron los trabajadores de Marka Group, quienes se esforzaron para decorar la oficina inspirados en las tres regiones del Perú. Ensayaron actuaciones, prepararon coreografías y hasta cocinaron para el concurso de platos típicos donde la jueza era la dueña de Marka Group y sus familiares.

Ese día, Goray se tomó fotos con sus "colaboradores", esa moderna forma de llamar a los trabajadores. Los juntó y les dio el mismo discurso que repetía en las pocas veces que se aparecía por las oficinas.

Un año después, esos mismos trabajadores que la escucharon nos han buscado angustiados para denunciar que la empresa de Goray los ha despedido sin pagarles sus beneficios laborales completos, y los que aún siguen trabajando no han recibido su gratificación por Fiestas Patrias. Han pedido no ser identificados, y hemos corroborado que muchos han trabajado y otros trabajan en Marka Group. Nos han entregado un audio donde se escucha a los gerentes de Marka Group informar que no pagarán la gratificación porque hay otras prioridades.

Y es que casi un año después de la celebración en las oficinas de Marka Group donde Sada Goray bailó ese huayno cajamarquino, su madre violeta y su hija mayor aún la acompañan, pero esta vez hacen cola afuera de la exprefectura, donde la empresaria espera en una celda la decisión del juez tras el pedido de la fiscalía de 36 meses de prisión preventiva en su contra.

Ahora la visitan detenida, pero hace poco más de un año, cuando Marka Group era una empresa próspera y nadie sospechaba de su historia de corrupción, la vieron en televisión, haciendo eso que Goray aprendió muy rápido: marketear. 

En realidad, el nombre de Marka Group derivó de otra empresa que Goray y su exesposo fundaron en el 2004. Esa compañía se llamó MG. “M” por la inicial del primer apellido de su exesposo, y hoy prófugo de la justicia, Luis Mesones. Y “G” por el primer apellido de ella. Emprendieron varios negocios en diferentes rubros, pero ninguno le dio resultado.

Aproximadamente el 2016 ingresó al sector inmobiliario, aquí la vemos en diciembre de ese año junto a sus pocos trabajadores. Estaban despidiendo un año no muy bueno para ellos, hicieron un breve brindis con gaseosas y panetones.

Y, poco a poco, fue por mucho más. En el 2017 no tuvo el despegue esperado. Sin embargo, fue en el 2018 cuando Sada Goray y su empresa dieron el gran salto. Lo hicieron gracias al Estado. Fue en ese año cuando el Fondo Mivivienda los acepta como promotores de la vivienda social y aprueban un desembolso de 13 millones de soles para que construyan y vendan casas a los más pobres.

Lo hizo en la provincia de Virú, en su tierra natal, Trujillo. Ese proyecto le dio el gran espaldarazo financiero que buscaba. Las cosas empezaron a cambiar. Alquiló una moderna pero pequeña oficina en el edificio Golf los Inkas, en Surco. Ahí trabajó concentrada en las 4 mil casas que finalmente vendió. Fueron buenos años que le permitió ampliar, incluso, su círculo de amistades.

En el 2021, con la experiencia ganada y con un nuevo Gobierno vió su oportunidad.

Aquí la vemos en el aniversario de Marka Group, celebraron 17 años. Era agosto del 2021 y para ese momento ya había conocido al jefe de Asesores de Gabinete del Ministerio de Vivienda, Salatiel Marrufo. Su plan corrupto para que su empresa sea beneficiada ya estaba en marcha. Aquí la vemos posando junto a sus gerentes, los hombres que eran sus ojos y oídos en la oficina. En ese momento, había más de una razón para empezar el baile.

Dos meses después de esa fiesta, en octubre del 2021, el Fondo Mivivienda ya había sido copado por ella y por sus hombres de confianza, entre ellos su exesposo. Todo a cambio de las millonarias coimas que ella le entregó a Salatiel Marrufo.

El Fondo Mi Vivienda, semana a semana, aprobó proyectos de vivienda social en todo el país, para que Marka Group los construya y ofrezca a las familias más necesitadas. Estas familias empezaron a pagar por adelantado el sueño de la casa propia. Fue ese el mejor momento en la historia de la empresa, como lo cuentan los exempleados.

Goray alquiló más oficinas en el edificio Golf Los Inkas. Llegaron a ocupar diferentes espacios en varios pisos. El ambiente laboral era muy bueno, durante meses los trabajadores tuvieron un entrenador que realizó las llamadas “pausas activas”, esas nuevas técnicas que ahora se usan para bajar el estrés del intenso trabajo sin dejar de producir.

A fines del 2021, eran 3 millones de soles los que ingresaban mensualmente. El dinero venía de los 8 proyectos de vivienda social aprobados en el Fondo Mi Vivienda. Era tanto el crecimiento que tuvieron que mudarse a este otro edificio, también ubicado en Surco, donde ocuparon casi todo el piso quince. Era un lugar mucho más moderno y amplio. Había mucho trabajo, pero los gerentes siempre supieron relacionar la carga laboral con ese discurso supuestamente patriota que los trabajadores, la mayoría jóvenes, creyeron.

Ese fue el discurso que los gerentes más cercanos a Sada Goray repetían en la oficina. Ella no lo hacía porque era muy extraño verla por ahí.

Para julio del 2022, cuando Sada Goray bailaba ese popular huayno cajamarquino, el Fondo Mi Vivienda ya había desembolsado cerca de 34 millones de soles para construir las casas de los más pobres. La propia entidad nos dio este cuadro donde se ven los desembolsos de cada proyecto. Pero también por esas fechas, las cosas empezaron a cambiar. Goray empezó a tener miedo porque el nombre de Salatiel Marrufo ya sonaba en la prensa. A los pocos días de esa fiesta se fue del país. Y todo cambió radicalmente cuando en la quincena de setiembre del 2022 un reportaje presentado por Cuarto Poder la pone a ella y a su empresa en el ojo de una tormenta.

Pero era lo contrario. La que le mentía a sus jóvenes trabajadores era Goray. En octubre del 2022 ella, desde el extranjero, ya había tomado contacto con la Fiscalía para aceptar sus delitos. Mientras tanto, en Lima, desaparecieron las “pausas activas” y las celebraciones patrias. Desde entonces, mes a mes, sus empleados se enfrentan a una situación cada vez más difícil.

En diciembre del 2022, los gerentes de Marka Group despidieron a 20 personas y, a otras, empezaron a mandarlas de vacaciones que se convirtieron en permanentes.

Según los testimonios, muchos de esos jóvenes despedidos, aún no reciben su liquidación. Pero en febrero de este año un nuevo recorte laboral fue el golpe más fuerte que recibieron.

Estuvieron trabajando desde casa por un mes hasta que volvieron a una nueva oficina. Esta vez ya no era una grande ni moderna como la de Surco. Era esta oficina modesta y pequeña en Lince donde entraron los 25 trabajadores que aún quedan.

A pesar de todo, en Lince les dieron una buena noticia. Iban a cambiar de nombre ahora se llamarían Aalto y Sada Goray ya no tendría nada que ver en esta nueva etapa. En mayo de este año cambiaron de gerente y se mudaron a una oficina en Miraflores.

Según los testimonios, ahí trabajan desde hace dos meses. En ese lapso sospechaban que Sada Goray no se había ido de la empresa. Lo confirmaron hace dos semanas, cuando el nuevo gerente Juan Gonzales Vigil Flores, les dice que no pagarán la gratificación por Fiestas Patrias. La razón que dio el gerente general es que había otras prioridades.

Todos esos jóvenes que trabajaron con Sada Goray, prefieren ocultar sus rostros por vergüenza y porque nadie los quiere contratar si dicen que han trabajado en Marka Group.

Ahora que la ven llorar rogando por su libertad, ellos que la conocen mejor, simplemente no le creen.

Esta primera semana de agosto la justicia debe decidir si Sada Goray afrontará la investigación fiscal en libertad o en prisión. Mientras, la empresa busca sobrevivir en medio de la indignación generada por los millonarios sobornos que su dueña pagó para, irónicamente, darle casa a los más pobres. 

Relacionadas