'Plan Boluarte' contra la inseguridad ciudadana podría implementarse recién el próximo año

Presionado por el clamor ciudadano, el premier Otárola anunció el ‘Plan Boluarte’ contra la inseguridad ciudadana sin precisar sus estrategias y tiempo de implementación

Dina Boluarte. Video: Cuarto Poder

En este barrio de San Martín de Porres, la voz de los políticos suena como un eco muy lejano.

En medio de la creciente ola delictiva que los golpea, los vecinos de la urbanización ‘Jardines de Santa Rosa’ no sienten que alguna palabra o plan sobre el papel pueda librarlos de los robos y asaltos que ocurren a diario en sus calles.

Un accidente vehicular entre una moto y un auto fue registrado el último 25 de agosto por una de las cámaras de vigilancia particulares que existen en San Martín de Porres.

La discusión entre los conductores, que resultaron ilesos, parece de lo más normal después de un hecho como ese, hasta que una segunda moto entra en escena. Los ocupantes del auto son ahora minoría y acaban asaltados a mano armada – a plena luz del día – por lo que en realidad era una de las tantas bandas criminales que operan sin castigo en Lima Norte.

Cerca, pero a la vez muy lejos de San Martín de Porres, el primer ministro Alberto Otárola fue a pedir facultades legislativas ante la Comisión de Constitución del Congreso.

Agobiado por un clamor ciudadano que exige respuesta por parte de las autoridades, el jefe de gabinete le puso nombre a lo que presentó como el plan integral que tiene el gobierno para frenar el crimen en el país.

Ante los congresistas y ante el país, el Plan Boluarte quedó como una ambiciosa meta que – sin escatimar verbos ni promesas – ofrece cambiarles la cara a las peligrosas calles de todo el Perú.

Mientras Otárola y sus ministros exponían cifras y respaldaban sus buenos augurios, Mariluz se volvía víctima de la delincuencia en su propio barrio.

El mismo día y casi a la hora en que se presentaba en sociedad el Plan Boluarte, esta estudiante de 18 años perdía su celular en manos de raqueteros.

Este video es de un robo similar al que sufrió Mariluz. Los actores ejecutan su papel sin miedos pues se sienten inmunes al peso de la ley. Suelen ser delincuentes armados y en moto. Mariluz hasta ahora recuerda las serias amenazas de su verdugo.

En toda la urbanización Jardines de Santa Rosa abundan las tranqueras y ninguna soldadura es suficiente para proteger las casas o negocios. El barrio se ha vuelto el reclusorio de los vecinos y el patio de diversiones de los maleantes.

Vecinos como Angélica se resignan a que cada cierto tiempo los delincuentes rompan el seguro que mantiene cerradas sus tranqueras.

Desde el pasado 24 de julio no funciona esta valla metálica. En la madrugada de aquel día - tras volar el candado - encapuchados a bordo de un auto irrumpieron en el vecindario.

Desde entonces, la vigilancia de la zona se ejerce a la vieja usanza: mirando con desconfianza a todo y a todos; acusando antes de preguntar y totalmente olvidados por la ley.

La presencia de seguridad estatal es tan precaria en este barrio, que cuando aparece ya queda por descontado que no debe ser por una noble causa.

Justo cuando registrábamos las penurias que padecen los vecinos de esta urbanización, llegó al lugar una cuadrilla de serenos de San Martín de Porres.

Hartos de la indiferencia, los vecinos de la urbanización Jardines de Santa Rosa han instalado a costa de sus propios bolsillos un sistema de alarmas.

En la azotea de José Uzuriaga hay un altoparlante que, activado por celular, se convierte en el santo y seña que alerta de cualquier peligro en la cuadra.

En su exposición ante la comisión de constitución del Parlamento, Alberto Otárola explicó que, como parte del paquete de leyes que el ejecutivo espera poder promulgar, aparece la creación de la Central Única de Emergencias. Este sistema, en teoría, debería permitir que - al menos en Lima - haya una respuesta más certera ante peligros y amenazas.

Pero no todos en el terreno político son tan optimistas con el Plan Boluarte.

Según el jefe del Gabinete, se espera aprobar un mecanismo para que los municipios apoyen a la Policía Nacional con partidas presupuestales que sumen a la lucha contra la inseguridad y las bandas criminales. Pero hay mega distritos, como San Martín de Porres, donde la instalación de cámaras de seguridad debe correr, en muchos sectores, por cuenta de los vecinos.

Las pocas cámaras que funcionan en esta urbanización captaron lo que pudo ser una tragedia en pleno feriado por el día de Santa Rosa.

Eran las 5 y 12 de la tarde cuando, del auto de placa B3F-686, descienden dos jóvenes. Van sin prisa hacia el restaurante que planean asaltar.

Dentro del local comercial, Steven anotaba los pedidos por delivery hasta que vio cómo uno de los maleantes le apuntaba con un arma de fuego.

Uno de los trabajadores del restaurante sale por la puerta de servicio y huye de la escena. Para Steven, los dos minutos que duró el atraco fueron una eternidad.

A las 5 y 16 de la tarde, las cámaras captan la huida de los ladrones, que llevaban un botín de 4 mil soles, y los desenfrenados disparos que asestan.

Este reciente robo es uno más en la estadística, pero también es la gota que colmó la paciencia de los vecinos de Jardines de Santa Rosa.

El día de Santa Rosa, la presidenta Dina Boluarte cargó el anda de la patrona de Lima, pero más peso para sus hombros debe significar el plan de seguridad integral bautizado con su apellido.

El Plan Boluarte en materia de seguridad ciudadana es un paquete de 33 leyes que también incluye más control sobre los aplicativos de taxi y regulaciones sobre el delivery en mototaxi.

Además, propone endurecer las penas por el robo y la comercialización de celulares robados, y plantea que las requisitorias por violencia contra la mujer, terrorismo y tráfico ilícito de drogas no caduquen hasta la efectiva captura de quienes hayan cometido estos delitos.

Los proyectos legislativos en materia de seguridad apuntan, también, a incrementar el número de policías y a enfrentar el hacinamiento en las cárceles del país. Sin embargo, ninguna de estas medidas será posible sin la aprobación de los parlamentarios en sesión plenaria.

El Plan Boluarte podría comenzar a andar, en el mejor de los casos, el próximo año. Durante el tiempo que dure su eventual implementación, todo podría seguir como hasta ahora o ir, quizá, de mal en peor.

Las alarmas seguirán sonando en urbanizaciones como Jardines de Santa Rosa. Es trabajo de la gestión pública atenderlos, a menos que hagan oídos sordos ante el embate de la delincuencia.

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