Paro con Palo

Cuarto Poder presenta la crónica de una semana de paro en Huancayo.

(Video: Cuarto Poder)

El viernes por la tarde el paro de transportistas y agricultores iniciado hace una semana en varias regiones del país, se desbordó por completo. El escenario fue la ciudad de Huancayo, en la región Junín, paradójicamente, la cuna de Perú Libre, el partido que llevó a Pedro Castillo a Palacio de Gobierno.

De un momento a otro las protestas devinieron en destrucción, saqueos a centros comerciales, bancos vandalizados y hasta la casa de Vladimir Cerrón fue apedreada.

Se atacaron los locales del gobierno regional, la municipalidad provincial y otros locales públicos. Los trabajadores tuvieron que abandonar los locales.

Las calles de la ciudad se convirtieron en una verdadera batalla campal entre los manifestantes y las fuerzas del orden.

En los ocho meses de gobierno del presidente Pedro Castillo no se había visto una manifestación de descontento tan violenta y generalizada.

Durante la semana el bloqueo de las carreteras había paralizado el tránsito en varios puntos del país.

Las escenas de pasajeros tratando de llegar a su destino eran dramáticas. El lunes en Pasamayo una mujer rogaba que dejaran pasar a su hija con cáncer.

Y este joven llevó cargada durante dos kilómetros a una anciana.

Las noticias llegaban de todos los puntos del país.

El desabastecimiento de alimentos en las ciudades era el mayor signo de las consecuencias de la protesta.

Los transportistas pedían la exoneración del impuesto selectivo al consumo de los combustibles, la revisión de los peajes y los requisitos para renovación de licencias de conducir. Los agricultores se unieron a las protestas debido al incremento del precio de los fertilizantes.

Pero el jueves último, una frase del presidente Castillo en su visita a Piura, cambió el curso de los acontecimientos. Acusó a los organizadores del paro de hacerlo por dinero.

Al día siguiente, Huancayo se convirtió en un polvorín.

El desborde la situación obligó al gobierno a enviar a Huancayo a una delegación de dos ministros el mismo viernes por la noche, la que se completó con la llegada de cuatro ministros más el sábado por la mañana.

Pero las negociaciones no fueron fáciles. Incluso la llegada de los ministros hasta el coliseo Wanka, lugar de la reunión con los dirigentes, no fue fácil.

Mientras esto ocurría en Huancayo, en San Martín el presidente Pedro Castillo pidió perdón por sus declaraciones contra los dirigentes del transporte.

En medio de bastante desorden, finalmente se instaló la mesa de diálogo a media mañana del sábado último. Fuera del coliseo Wanka y en varios sectores de la ciudad, sin embargo, se vivía una gran tensión.

Llegar a acuerdos no fue fácil. En varios pasajes las negociaciones se frustraron. Incluso en un momento el cardenal Pedro Barreto abandonó la mesa de trabajo.

Después de varias horas de mucha tensión, y cuando parecía que no habría acuerdos, se firmó un acta con los transportistas. Los agricultores amenazaron con mantener las protestas, pero finalmente el ministro de Agricultura logró convencerlos de firmar un acta conjunta.

Con el transcurso de las horas las carreteras empezaron a desbloquearse. A estas horas el tránsito en la carretera central fluye con normalidad. Pero no todo ha terminado. Los dirigentes han advertido que se trata de una tregua de 5 días y no del fin del conflicto.

Mientras tanto, hoy en El Peruano empezaron a publicarse las primeras normas de los acuerdos firmados el sábado. Se exoneró por tres meses del impuesto selectivo al consumo a las gasolinas de 84 y 90 octanos, diésel y gasoiles, con la posibilidad de prorrogarse por 6 meses más.

La tragedia también marcó la semana con la muerte de tres personas por causas relacionadas a las protestas. Decesos confirmados por el ministro del Interior Alfonso Chávarry. Posteriormente se habló de un cuarto muerto por falta de atención médica durante los bloqueos de carreteras.

En el hospital Daniel Alcides Carrión de Huancayo se registraron 29 heridos, 18 de ellos por perdigones.

Pero la calma que retorna a las carreteras parece que no durará mucho. La Unión de Gremios de Transportes Multimodal amenaza con un nuevo paro de transportes para mañana lunes.

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