Hoy:

    Moyobamba: hallan descuartizado a hombre y acusan a empresario

    Foto enviada a su esposa llevó al hallazgo del cuerpo en un terreno de Moyobamba.

    Foto y video: América Noticias

    Héctor Mego fue secuestrado, torturado y descuartizado en Moyobamba. La última foto que envió a su esposa fue clave para que su familia encontrara su cuerpo bajo tierra.

    Lo buscaron durante días. Su familia se aferraba a la esperanza, pero lo que encontraron al excavar fue una escena de terror: el cadáver de Héctor Mego Avellaneda, de 36 años, estaba enterrado a dos metros de profundidad, mutilado. El caso, con tintes de ejecución, destapó una presunta red criminal con un nombre que no olvidarán: Robinson Díaz Guevara.

    ¿Cómo se descubrió el paradero de Héctor Mego?

    La pista decisiva fue una fotografía. Héctor había llegado a Moyobamba engañado con una supuesta propuesta de trabajo. En la madrugada del 23 de mayo, se despidió de su familia para lo que sería una salida corta. Solo llevaba una mochila. Horas después, le envió a su esposa una foto del ingreso a un terreno llamado “Valle Las Orquídeas”. Esa fue su última señal de vida.

    Días después, la familia recibió una llamada que sembró pánico. Un desconocido exigía dinero para no cortarle los dedos a Héctor. “Si no te haces cargo ahorita mismo, lo ejecuto”, dijo el sujeto. Ante el silencio de las autoridades, su familia decidió actuar por cuenta propia.

    ¿Qué hallaron en el terreno “Valle Las Orquídeas”?

    Guiados por la foto, Anderson Mego, primo de la víctima, fingió ser un cliente interesado en los terrenos. Junto con otros familiares llegó al lugar. Apenas pusieron pie, notaron algo extraño: la tierra removida y casquillos de bala dispersos. Comenzaron a cavar con cuchillos y las propias manos. “Creímos que estaba a una profundidad pequeña, pero lamentablemente estaba muy hondo”, relató Anderson.

    Con ayuda de la Policía, excavaron más profundo. El hedor fue el anuncio final. Allí estaba el cuerpo, sin cabeza ni manos. “Más de 100 cortes, tipo tortura. Como película de terror”, describió el primo.

    ¿Qué relación tenía Héctor con Robinson Díaz?

    Robinson Díaz Guevara, alias “Papeluchero”, era un empresario que trabajaba en la venta de terrenos en Moyobamba. Héctor le brindaba servicios de seguridad. Según Anderson Mego, eran amigos cercanos: “Él le brindó seguridad últimamente”.

    Pero la Fiscalía sostiene que Robinson usó la amistad como carnada para tenderle una trampa mortal. Héctor llegó a Moyobamba en un vehículo del empresario, descansó en su departamento y fue visto por última vez saliendo con él la mañana del 23 de mayo. Nunca regresó.

    ¿Qué pruebas existen contra los implicados?

    Una cámara de vigilancia registró a Jhon Cristian Ramírez, trabajador de Robinson, comprando un pasaje a nombre de Héctor. Días antes, otra cámara lo captó revisando el filo de un machete. Esa arma habría sido parte del crimen.

    Además, la prueba de luminol encontró rastros de sangre en el baño, sala y lavadero del departamento de Robinson. Según Anderson, las cámaras muestran cómo uno de los cómplices llega con un balde blanco y luego sale con una maleta. “Se presume que allí estaba la cabeza”, asegura.

    ¿Qué dijo el testigo clave del caso?

    Un testigo protegido fue fundamental. Declaró que, días antes del crimen, vio a trabajadores de Robinson cavando un hoyo en el predio. Habló también de un reparto de roles. La Fiscalía identificó como partícipes a Henry Celiz Barboza, Maicol Ludeña Perea y Carlos Ávila Herrera, quienes habrían actuado bajo órdenes de Díaz Guevara.

    En palabras del fiscal durante la audiencia: “Se advierte que había coautoría aditiva, un claro reparto de funciones entre los cuatro imputados”.

    ¿Cuál fue la decisión del Poder Judicial?

    El Poder Judicial de Moyobamba dictó 18 meses de prisión preventiva contra Robinson Díaz por el delito de homicidio calificado. La Fiscalía lo sindica como el autor intelectual. De ser hallado culpable, podría recibir hasta cadena perpetua. Los demás implicados, sin embargo, fueron liberados, generando gran indignación en la familia de la víctima.

    Durante su declaración, Díaz intentó desvirtuar las acusaciones: “Soy inocente, no huí. He presentado documentación que acredita mi compromiso familiar y moral”.

    ¿Cómo vivía Héctor y qué dejó tras su partida?

    Héctor Mego fue miembro de la FAP en 2006. Trabajó como agente de seguridad en Amazonas y era recordado como una persona alegre, bromista y muy querida. “Él tenía que estar en la fiesta para que sea fiesta”, dijo su primo.

    Fue también un padre presente, que alzaba con ternura a su hija pequeña en cada reunión. En videos familiares se lo ve jugando con ella en la piscina, acompañándola al colegio, o cocinando con la familia. “¿Cómo entender que ya no habrá más domingos de parrilla, más paseos, más juegos?”, se pregunta su entorno.

    ¿Qué exigen hoy los familiares?

    La familia no solo llora la pérdida, también exige justicia. “Queremos saber el porqué, quién está detrás de todo esto. Sabemos que Robinson no operó solo”, dijo Anderson Mego.

    Para ellos, esto no fue un crimen cualquiera, sino una ejecución planeada con saña y complicidad. El caso recién empieza, y esperan que el proceso no se quede en la impunidad. “Que la verdad no quede bajo tierra”, sentenció el reportaje de Domingo al Día.

    • Héctor Mego fue hallado descuartizado tras una semana desaparecido.

    • Una foto enviada a su esposa ayudó a ubicar el terreno donde lo enterraron.

    • Fiscalía acusa al empresario Robinson Díaz como autor intelectual del crimen.

    • Pruebas claves: llamadas extorsivas, cámaras de seguridad, luminol.

    • Un testigo protegió reveló cómo cavaron la fosa días antes.

    • La hija menor de Héctor queda huérfana de padre; la familia exige justicia.

    • Fiscalía solicita hasta cadena perpetua para los responsables.