Mafia de traficantes de documentos se enquistó en el Archivo General de la Nación

Cuarto Poder obtuvo el testimonio de uno de los miembros de esta mafia que explicó el modus operandi de la sustracción de papeles

El Archivo General de la Nación está en crisis. Foto: Cuarto Poder

El Archivo General de la Nación guarda documentos importantísimos para la vida y la historia del país. Desde actas que firmó el general José de San Martín hasta tratados rubricados recientemente.

Sin embargo, el Archivo corre grave riesgo debido a la presencia de una mafia que se dedica a traficar con documentos.

La unidad de investigación de América, sin pagar un centavo, tuvo acceso de manos de un traficante a 23 documentos históricos que habrían sido sustraídos del archivo.

Apenas en noviembre último se robaron un manuscrito de 1821 firmado por José de San Martín que formaba parte de la lista de 40 documentos más importantes que, según protocolo, tenía que ser salvado con la vida misma en caso de desastres.

Entre los documentos que el hombre enseñó están actas firmadas por Miguel Grau, Andrés Avelino Cáceres, Ramón Castilla, resoluciones de nombramientos en el Ejército entre otros.

Los documentos históricos fueron sometidos a un peritaje grafotécnico para mostrar la veracidad de las escrituras. El resultado fue contundente: las firmas son auténticas e ineludibles.

El Archivo General de la Nación guarda los documentos en distintas sedes porque no tienen un espacio propio. Un local, por ejemplo, funciona en un sótano del Poder Judicial, como si fuera un inquilino más.

Sin embargo, este archivo tiene un terreno en Pueblo Libre que necesita de una inyección de 193 millones de soles para construir un ambiente de custodia. El problema es que el Ministerio de Cultura solo tiene un presupuesto de 8 millones de soles.

Cuando la mafia roba los documentos les arranca unos sellos para que no sean reconocidos como patrimonio y antes de venderlos restauran los daños con facilidad. De tal manera, no se puede determinar que pertenezca al Archivo.

Y la sustracción se da porque quien retira los documentos conoce muy bien los puntos ciegos y las cámaras de seguridad y evita todo tipo de sospechas. Más de 20 trabajadores están en investigación por la desaparición de los archivos. A poco del Bicentenario, así está la memoria histórica del país.

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