Muchos vecinos de la zona del Valle en Jicamarca nos contaron que el agua -que debería ser gratuita o vendida a una tarifa social- se está comercializando al mejor postor. Decidimos confirmarlo por nuestra cuenta y así descubrir qué hacen los llamados “cisterneros” con el agua de todos, el agua de Sedapal.
Por eso, desde las 4 y 39 de la madrugada, empezamos a seguir a cada vehículo que llegaba al puesto de dispensación de Sedapal, ubicado en la zona de Huáscar en San Juan de Lurigancho. Ya con el amanecer nos damos cuenta que hay dos tipos de cisternas. Algunos tienen un círculo amarillo en la parte de atrás, lo que significa que toda esa agua debería ser entregada de manera gratuita a la población más pobre en Jicamarca. Esta agua es pagada por el Ministerio de Vivienda.
Mientras que los que llevan un círculo rojo son cisternas que reciben el agua de Sedapal a un precio muy, muy barato: 3 soles con 80 céntimos por mil litros de agua. Una pareja podría vivir con mil litros de agua por una semana; sin embargo, ese no es el precio que paga el consumidor final. Decidimos seguir a esta cisterna con marca roja. La naturaleza de este servicio es que aquellos que no estén dentro del plan de repartición gratuita puedan acceder al agua a precio cómodo, para que sus pequeñas tiendas o mercaditos puedan seguir funcionando.
Mientras los grabábamos, esperábamos llegar a varios puntos de distribución donde existan bodegas o restaurantes de menú. Pero no fue así. En medio del arenal, la cisterna con agua de Sedapal se separa de nosotros e ingresa a un pasaje. Terminó estacionando afuera de un edificio de 6 pisos. El agua de Sedapal está siendo comercializada y dirigida para quien pague más.
Lo que sorprende es que esta agua es destinada para consumo humano, sin embargo, en el edificio solo vimos almacenes. Sedapal nos envió un primer comunicado donde aseguran que los camiones con círculo rojo son de la modalidad venta autorizada y están destinados a abastecer a la población que no está contemplada en el programa de distribución gratuita.
Agregan que la intervención de Sedapal consiste en entregar el agua a los propietarios de cisternas a una tarifa social. Sin embargo, tras consultarles cuánto es ese costo social, nos enviaron un segundo comunicado donde, esta vez, ya no hablan de costo social, sino de 11 camiones cisternas que abastecen establecimientos que demandan agua para sus actividades (comercios, mercados y otros).
Precisan que entregan el agua a una tarifa que corresponde al 50% de la tarifa industrial: 3 soles 80 por metro cúbico, lo que equivale a mil litros. Es decir, venden el agua a un costo diferenciado, pero nadie sabe qué se hace con ella después de entregarla. La supervisión dentro de la planta surtidora es nula.
