Joven deportista asesinado por celular en Villa María del Triunfo

Sebastián Mauricio Sevilla Borja tenía apenas 17 años y soñaba con un futuro mejor para él y sus padres. Amaba el boxeo, quería estudiar mecánica automotriz y se esforzaba trabajando en lo que podía. Su vida fue apagada de la forma más injusta: un disparo en la cabeza cuando delincuentes lo interceptaron para robarle el celular en Villa María del Triunfo.

El crimen ocurrió el último domingo, cuando el adolescente caminaba de la mano de su enamorada después de un cumpleaños familiar. Dos raqueteros a bordo de una moto lo atacaron en la oscuridad de la noche.

¿Quién era Sebastián Sevilla Borja?

Sebastián era el menor de tres hermanos, reservado, cariñoso y muy unido a su familia. Su madre lo recuerda como “uno de los hijos más atentos”, siempre dispuesto a regalar calma en casa y pendiente de su madre y hermanos.

Desde pequeño mostró disciplina y afecto. Sus padres destacan que nunca fue malcriado y que mantenía una relación cercana con su hermano mayor.

¿Cuáles eran sus sueños y proyectos?

Aunque las dificultades económicas lo obligaron a interrumpir sus estudios, Sebastián logró matricularse nuevamente en cuarto de secundaria y soñaba con continuar una carrera técnica en mecánica automotriz.

Además, practicaba boxeo en su barrio, disciplina que le apasionaba, aunque tuvo que dejar los entrenamientos por falta de recursos. Su padre relató que, pese a las carencias, Sebastián tenía siempre la ilusión de superarse.

¿Cómo ocurrió el crimen?

El adolescente salió de la casa de su tía tras un cumpleaños acompañado de su enamorada. Mientras caminaban por las calles de Villa María del Triunfo, fueron sorprendidos por dos sujetos en moto.

Los delincuentes le arrebataron el celular y, sin mediar palabra, le dispararon en la cabeza. Sebastián cayó al suelo gravemente herido y murió minutos después.

¿Qué recuerda la familia de sus últimos días?

Horas antes de su asesinato, Sebastián había compartido un almuerzo familiar. Sus padres lo recuerdan sonriente y alegre, sin sospechar que sería la última vez que se reunirían con él.

Su madre señaló que aún no puede aceptar su muerte y describió la jornada como un “sueño roto” que terminó de la peor manera. Su padre, entre lágrimas, dijo que lo consideraba no solo su hijo, sino también su amigo.

¿Cómo se esforzaba para apoyar en casa?

A pesar de su juventud, Sebastián realizaba trabajos eventuales en construcción, cargando ladrillos bajo el sol, o cualquier oficio que le permitiera aportar económicamente.

Junto a su enamorada había iniciado un pequeño emprendimiento de comida rápida en casa. Con orgullo contaba que, aunque ganaban poco, era su manera de no quedarse de brazos cruzados.

¿Qué dice la familia sobre los responsables?

Los padres mantienen el rostro oculto por temor a represalias. Afirman que los asesinos serían del mismo barrio y que la inseguridad se ha instalado en sus vidas desde el crimen.

“Me han quitado a mi hijo y quiero justicia”, clamó su madre, mientras su padre expresó que muchas noches aún siente su presencia cerca, como si todo fuera una pesadilla.

¿Cómo ha reaccionado la comunidad?

Vecinos y allegados de la víctima acompañaron a la familia en su despedida. El entierro estuvo marcado por pancartas y gritos de indignación. La población reclama mayor seguridad en las calles, temiendo que cualquier joven pueda convertirse en la próxima víctima.

El caso de Sebastián se suma a la creciente lista de adolescentes asesinados por la delincuencia en Lima, lo que genera preocupación y exigencias de respuestas inmediatas de parte de las autoridades.

La muerte de Sebastián Mauricio Sevilla Borja dejó en la orfandad a los sueños de un joven deportista y trabajador. Su historia refleja la vulnerabilidad de los adolescentes frente a la violencia urbana en Lima y el clamor de familias que, además del dolor, deben cargar con el miedo.

• Sebastián Sevilla Borja, de 17 años, fue asesinado en Villa María.

• Delincuentes en moto lo atacaron para robarle su celular.

• El joven recibió un disparo en la cabeza y murió en la calle.

• Era boxeador aficionado y quería estudiar mecánica automotriz.

• Apoyaba a su familia con trabajos eventuales y un pequeño negocio.

• Sus padres aseguran que los asesinos son del mismo barrio.

• Vecinos piden justicia y mayor seguridad ciudadana.