Jaque y mate: La crisis del vóley

Este deporte pasa por su momento más crítico en el país

Foto: Cuarto Poder

El vóley peruano está en jaque y vive el momento más duro de su historia. A puertas de un campeonato internacional, las seleccionadas tienen que organizar rifas para cubrir gastos de traslados a entrenamientos y partidos oficiales.

Esmeralda Sánchez es pieza clave de la selección peruana de vóley. Su posición es de líbero y dedica su tiempo a la práctica de este deporte que tantas glorias nos ha dado.

Pero como de eso no se puede vivir, empezó un pequeño emprendimiento de venta de café.

Cada jugadora recibe 480 soles mensuales de la federación cuya crisis alcanzó niveles nunca antes vistos. Lo que se necesita para cubrir los gastos de un año asciende a unos 10 millones de soles que el IPD tendría que darles.

Hasta hoy no han recibido tal partida.

El vóley se encuentra en el cuarto puesto del ránking sudamericano, por debajo de Brasil, Argentina y Colombiam y aunque no acompañaron los triunfos en los últimos tiempos, las guerreras peruanas entrenan a doble turno para el Sudamericano de septiembre.

La deuda actual de la Federación de Vóley alcanza los 3 millones de soles pues, según Gino Vargas, las antiguas gestiones no hicieron más que levantar la alfombra y esconder el polvo debajo.

Las rifas en la Selección Peruana solo muestran las enormes necesidades que atraviesa el resurgimiento de este entrañable deporte en nuestro país. Si bien esos recurseos muestran compañerismo que rebosa entre ellas, lo cierto es que el vóley peruano está en jaque.

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