Ica: una ciudad cercada por el caos y la violencia

Cercada por el norte y por el sur, la ciudad está paralizada debido a los bloqueos de carreteras y en riesgo de quebrar debido a los ataques a fundos agrícolas

Video: Cuarto Poder

Ica lleva 10 días en medio de un fuego cruzado. La policía ha intentado una y otra vez liberar tramos de carretera bloqueados desde el miércoles 18 de enero.

Cualquiera que quiera entrar a la ciudad debe hacerlo a cuenta y riesgo de su integridad.

Hemos llegado al km 241 de la Panamericana Sur, donde hemos tenido que detenernos porque la policía ha improvisado una especie de tranquera impidiendo que los vehículos continúen hacia el llamado Barrio Chino donde hay enfrentamientos. Vamos a optar por ese camino: el desierto de Carhuaz para llegar hasta Ica.

Arrancamos en el kilómetro 241 de la Panamericana Sur. Seguiremos por el desierto de Carhuaz, en una ruta alterna que toma casi 4 horas adicionales a lo normal. Todos intentamos trabajar.

Ir por el desierto siempre es incierto, hay hileras de autos y camiones con toneladas de carga encima. Hay tramos donde estamos completamente solos sin saber si vamos por la ruta correcta, los encuentros casi frontales nos recuerdan que aquí no hay ni carriles ni semáforos. Hay camiones de alimentos esperando que estos no se pudran y lleguen a tiempo a destino para abastecer los mercados. Hay necesidad y urgencia, hay cisternas de combustible cayendo por su peso entre arenas tramposas… Conductores, entre el sol del desierto, intentan ayudar.

La cisterna ya lleva 6 horas aquí inmovilizando la cola, pero no hay incidente ni bloqueo que detenga el buen humor del peruano promedio. También es sabido que en el Perú de hoy no hay tregua ni respiro.

Es la tarde del miércoles 25 de enero. En el centro poblado Barrio Chino de Ica, un grupo rodea y retiene a un policía. 5 a 1, 10 a 1, 30 a 1. Piedras y golpes contra el Suboficial de tercera Jairo Montañez.

Durante largos minutos se reportó que el joven policía había muerto. Hace apenas 3 años y medio Montañez había egresado de la escuela de la policía. Brigadistas voluntarios, con la ayuda de algunos vecinos, lo atendieron y sacaron a tiempo del lugar. Ica y sus más de 400 mil habitantes también llevan tiempo retenidos.

Desde el miércoles 18 de enero, por el norte, Ica ha sido bloqueada en el kilómetro 263 de la Panamericana, a la altura del AAHH Barrio Chino, y en el kilómetro 290, área del centro poblado Expansión Urbana en el distrito de Salas Guadalupe, punto más cercano a la ciudad. Tras ingresar a Ica, buscamos este lugar. Las piedras son señal de que estamos en área tomada. Este letrero es en realidad una bienvenida a la sobrevivencia. No hay policías ya.

Avanzamos a pie, uno de los vecinos nos ha advertido que no debemos acercarnos, nos han recomendado despojarnos de todo lo que nos identifique como periodistas… Mientras caminamos como cualquier transeúnte, desde el fondo, empiezan a gritar y tirar algunas piedras a los taxis alrededor. Lo que ya no se ve es porque debimos dejar de grabar

Acabamos de salir de la zona Guadalupe donde la pista está tomada, no podemos llamarlos protestantes, sino que tuvieron actitud delincuente puesto que empezaron a tirar piedras a los vehículos gritando hoy nadie trabaja con palabras que podemos imaginar.

Santiago, al sur de Ica, salida que lleva a Arequipa también está bloqueado en los kilómetros 316 y 318 de la Panamericana Sur. Hay una comisaría cerca, pero por aquí hay más piedras que policías. Hay vigilantes por doquier.

Cercada por el Norte y por el Sur… Ica se deteriora… literal. Dentro de sus avenidas, en plena urbe, hay filas de kilómetros con cisternas y camiones varados con mercadería pudriéndose hace más de una semana. Richard Villegas teme perder las 32 toneladas de sandía que cargó en Nazca rumbo al Mercado de Frutas de Lima.  La policía ha ordenado a estos conductores mantenerse dentro de la ciudad con servicios básicos cerca y así evitar los enfrentamientos en los puntos de bloqueo. Atrás se han rematado o regalado 12 mil kilos de zapallo que venían de Arequipa hacia el mercado Santa Anita de Lima. Toneladas y toneladas de pescado, fruta y verduras malográndose en un país que sufre de hambre.

Quemar los accesos a los fundos se ha convertido en una práctica de protesta extrema habitual... a los iqueños se les ha prohibido trabajar. Este chat grupal evidencia que desde el asentamiento Barrio Chino se monitorea qué fundos están recibiendo personal: “Vayan a quemar” o “ahorita están operando” es la luz verde para el ataque.

El sector empresarial ha decidido paralizar y con ello hay miles de empleados y obreros en casa sin jornal.

Cuarto Poder, después de 2 días de conversaciones, ha logrado la autorización para entrar a este fundo, podemos ver cómo estas uvas que hoy deberían estar rumbo a Europa o Asia empiezan a malograrse.

Con el campo detenido, las empresas de embalaje están desiertas. Si no llega fruta, acá, no se trabaja, tan simple como eso. Todo para. Manuel Olaechea camina por una de las 5 salas que hoy debería tener casi mil 500 personas trabajando, mujeres de Ica y provincias aledañas que ven las redes los ataques a quien se atreva a venir a trabajar.

Miles de cajas con mercadería congelada debieron zarpar rumbo a Europa y Asia donde la fruta peruana, tiene o tenía prestigio por frescura y color.

Un día antes de partir de Ica, a través del desierto, decidimos volver a una de las tranqueras de protesta.

Son zonas tomadas donde los policías solo pueden mirar y caminar. Los manifestantes, con el rostro siempre cubierto, llegan a verificar que nadie quiebre sus barreras de acceso.

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