Golpe a la red financiera de alias “Jorobado”

Detrás de los muros del penal de Ancón I, un nombre aún genera miedo: Adam Smith Lucano Cotrina, alias “El Jorobado”, líder de la organización criminal “Los Sanguinarios de la Construcción”, sindicada por la Policía y la Fiscalía como una de las más violentas de Lima Norte.

A pesar de estar preso, el temido delincuente mantuvo activa su red delictiva y, según las investigaciones, encontró la manera de blanquear dinero del crimen utilizando al propio Estado.

El criminal que se convirtió en proveedor del Estado

Su jugada más audaz no fue un asalto ni una extorsión, sino crear una empresa legal con su propio nombre: Adam Smith Inversiones y Negocios E.I.R.L.
Con esa fachada, logró inscribirse como proveedor del Estado y firmar contratos con la Municipalidad de Carabayllo, sin que ninguna autoridad detectara su historial criminal.

Entre 2023 y 2024, el municipio le pagó más de 68 mil soles por el alquiler de camionetas. Dos órdenes de servicio, fechadas el 28 de febrero y el 26 de julio de 2023, fueron firmadas por funcionarios que, al parecer, nunca verificaron quién estaba detrás del negocio.

La fiscalía sostiene que el dinero de estas operaciones sirvió para financiar las actividades criminales de “El Jorobado” dentro del penal, donde incluso fue hallado con dinero en efectivo y un dispositivo hands free durante una intervención.

La municipalidad que le abrió las puertas a la mafia

Según la Fiscalía de Crimen Organizado, el municipio de Carabayllo alquilaba vehículos que pertenecían a la organización criminal, y el dinero salía directamente de fondos públicos.

“Carabayllo era la encargada de pagar los carros de la organización criminal”, explicó un fiscal del caso.

Las imágenes captadas por los investigadores muestran camionetas del “Jorobado” entrando y saliendo del municipio sin ninguna restricción.

Los otros socios del crimen

La empresa del cabecilla no fue la única beneficiada. Otros miembros de la organización también crearon empresas para obtener contratos con el Estado.

Entre ellas figura Transportes y Servicios Múltiples Misha E.I.R.L., de Rose Mery Rojas Huamán, presunta integrante del grupo criminal. Solo con la Municipalidad de Carabayllo, facturó más de 250 mil soles en tres años, también por servicios de alquiler de camionetas.

El lugarteniente de “El Jorobado”, Miguel Ángel Marín Morón, alias “Negro Marín”, hoy prófugo, también se convirtió en proveedor. A través de su empresa Ink D’Colors S.A.C., consiguió ocho órdenes de servicio por más de 200 mil soles.

Así lavaban el dinero de las extorsiones

La tesis fiscal indica que los criminales usaban el dinero de extorsiones, cobros de cupos y obras públicas para comprar vehículos. Luego, los alquilaban a instituciones del Estado, blanqueando así las ganancias ilícitas.

“El dinero de las obras, incluso de eventos musicales, era invertido en camionetas que luego alquilaban al municipio”, detalla la investigación.

En los registros, aparecen vehículos de la organización ingresando a diario a la Municipalidad de Carabayllo. Todo ocurría a la vista de funcionarios que no verificaron antecedentes ni alertas judiciales.

El alcalde bajo la lupa

El alcalde de Carabayllo, Pablo Mendoza, también está bajo investigación fiscal. Durante el megaoperativo ejecutado esta semana, su vivienda y la sede municipal fueron allanadas.

“Le pedimos que entregara su teléfono voluntariamente, pero se negó”, relató el fiscal a cargo del caso. “Tuvimos que incautarlo por orden judicial.”

Escuchas telefónicas lo vinculan con la organización bajo el alias de “El Doctor”. La fiscalía analiza si tenía conocimiento o participación en los contratos con las empresas de los cabecillas criminales.

Megaoperativo y caída de la organización

Tras tres años de seguimiento, agentes de la División de Crimen Organizado y la Digimin ejecutaron un megaoperativo simultáneo.

Mientras un equipo allanaba la celda D-209 del pabellón 8 en Ancón I, donde se halló dinero en efectivo y documentos judiciales, otro grupo capturó a Enzo Lucano, primo del “Jorobado”, acusado de haber asumido el mando operativo de la organización.

“Les atribuimos 11 asesinatos, además de extorsiones y cobros de cupos en obras públicas”, informó el coronel Cruz Chamba, jefe de la unidad policial.

El Estado al servicio del crimen

La investigación fiscal revela una red que logró infiltrarse en instituciones públicas, utilizando empresas de fachada para financiar sus actividades criminales con dinero del Estado.

“Si una organización no recibe dinero, no puede sostenerse en el tiempo”, explicó el fiscal Edwin Velásquez. “Estos contratos les permitían mantenerse activos, incluso con su líder en prisión.”

Hoy, “El Jorobado” y su cúpula criminal están detenidos, pero el caso deja al descubierto cómo la falta de control y supervisión permitió que una red de asesinos y extorsionadores hiciera negocios con el Estado, con total impunidad.