Estadio Miguel Grau del Callao continúa sin iluminación nocturna tras anularse contrato

El estadio Miguel Grau del Callao no puede celebrar partidos de fútbol por la noche porque el Gobierno Regional canceló el contrato con el consorcio que debía pagar las torres de iluminación

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Gonzalo Curotto usa todos los fines de semana la camiseta del Sport Boys. A sus 57 años, se ha paseado por todas las canchas alentando al equipo de sus amores.

‘Tío Curotto’ – como llaman de cariño a Gonzalo – se reúne con varias generaciones de hinchas en este huarique antes de cada partido que juega el equipo rosado.  

Este grupo de barristas lleva casi dos años sin poder alentar al Boys en el estadio ‘Miguel Grau’. Durante dos temporadas han ejercido su localía en canchas y horarios que, a veces, se vuelven inaccesibles

Al inicio del año 2022, las autoridades del Callao anunciaron que el estadio ‘Miguel Grau’ sería refaccionado con miras al mundial sub-17 que iba a organizar nuestro país.

Las mejoras implicaban dos cosas: que el Boys no pueda jugar como local allí durante el tiempo que duraran los trabajos y que el estadio tendría una remozada iluminación.

El tiempo pasó y lo que en realidad ocurrió es que el Perú se quedó sin mundial sub 17 y que el estadio ‘Miguel Grau’ no tiene partidos del Boys como local ni luminarias nuevas

Pero para entender mejor los problemas del estadio ‘Miguel Grau’ hace falta ir al otro extremo de la ciudad, a los áridos cerros de Jicamarca.

En este taller de metal mecánica fueron moldeadas las torres que sostendrían las nuevas luces del recinto deportivo. Fueron cuatro en total.

Jhon Bravo es un pujante empresario huanuqueño que, desde hace 20 años, se dedica al rubro de las estructuras metálicas. Dice nunca haber quedado mal con un cliente e infla el pecho por las torres que construyó en 2020 para que el club Binacional de Juliaca pudiera jugar, de noche y como local, partidos internacionales.

En 2022, la compañía de Jhon firmó un contrato con la constructora Dolphin, representada por Mario Neumann Loayza. Dolphin, en consorcio, acababa de ganar la buena pro para ejecutar el mejoramiento del estadio ‘Miguel Grau’, y buscaba un proveedor que fabricara el soporte para las nuevas luces. Ofrecía pagar 469 mil dólares - más de millón y medio de soles - por las torres.

Jhon recibió un adelanto de 53 mil soles y comenzó a trabajar a doble turno para acabar con el pedido en los 70 días que estipulaba el contrato con Dolphin, suscrito el 22 de junio de 2022. A Jhon le dio tranquilidad que el consorcio ganador avanzaba con la construcción de las bases de concreto sobre las que se instalarían sus estructuras de metal.

Cinco días antes de que venza el plazo según contrato, Jhon tuvo listas las cuatro torres. Había invertido dinero familiar para cumplir con el trabajo a tiempo y necesitaba que le pagaran para saldar algunas deudas.

Según Jhon, Mario Neumann Loayza le dijo que tenía algunos problemas con el contrato de las mejoras en el estadio y le pidió que tenga almacenadas las cuatro torres hasta que solucione el inconveniente.

Eso fue en agosto del año pasado. Para diciembre, Jhon dejó de tener comunicación con Mario Neumann Loayza, quien por entonces se hacía popular en la prensa de espectáculos por iniciar un idilio con la influencer Stephanie Loza que incluía románticos viajes por Perú y el extranjero.

Pero lo peor para Jhon es que no puede exigir penalidades por incumplimiento de contrato. Se lo impide una cláusula del mismo acuerdo que suscribió con Dolphin y Mario Neumann Loayza. A raíz de ello, cada día que pasa Jhon se endeuda más.

La respuesta a por qué las torres están listas, pero no pueden ser colocadas en el ‘Miguel Grau’ está en la sede del Gobierno Regional del Callao, entidad que en noviembre del 2022 declaró la nulidad del contrato que suscribió con el consorcio integrado por Dolphin.

En marzo de 2022, durante la gestión del exgobernador Dante Mandriotti, el Consorcio ‘Miguel Grau’ ganó la buena pro para realizar las mejoras del estadio chalaco. El paquete de obras iba a costar casi 12 millones de soles.

Ocho meses después, la misma gestión de Mandriotti anuló el contrato debido a que Dolphin – una de las empresas integrantes del consorcio – presentó documentación inexacta como parte de su postulación.

Según la resolución de nulidad del contrato, la empresa de Manuel Neumann Loayza declaró – como parte de su récord de obras – haber acabado al cien por ciento una biblioteca en Pueblo Libre. Esa supuesta obra concluida era la que lo habilitaba para poder integrar el consorcio que a la postre ganó la buena pro.

Sin embargo, la biblioteca que el representante de Dolphin dijo haber terminado luce así hoy en Pueblo Libre.

Pese a que la gestión de Mandriotti había desembolsado en favor del consorcio 374 mil soles –  y pese a que un subcontratista ya tenía listas las torres para las nuevas luces – se decidió poner fin al contrato con Dolphin y sus consorciadas. Finalmente, en términos crudos, la entidad solo había pagado el tres por ciento del monto total del valor de la obra.

Esto ha ocasionado no solo que el consorcio integrado por Dolphin esté inmerso en un proceso penal por delito contra la fe pública, sino que los fines de semana el estadio ‘Miguel Grau’ luzca como un agujero negro en medio de las pálidas luces nocturnas del Callao.

La respuesta a esta interrogante sí le corresponde a la actual gestión del Gobierno Regional del Callao, pero no es muy alentadora para los hinchas.

Resulta que el gobernador Ciro Castillo Rojo decidió licitar por separado las mejoras que hacen falta en el estadio ‘Miguel Grau’, un cambio que amerita preparar nuevos expedientes técnicos que estarán listos, en el mejor de los casos, a fin de año.

El gobierno regional se ha comprometido a reparar lo antes posible la cancha del ‘Miguel Grau’ para que el Boys pueda jugar allí de día. Pero nada puede hacer para compensar a Jhon por las cuatro torres que tiene almacenadas en su taller.

Buscamos insistentemente la versión de Manuel Neumann Loayza, pero solo dijo – vía mensaje de texto y sin personalizar responsables – que le han hecho un inmenso daño.

Entre tanto, Jhon mira sin respuestas el inmenso elefante blanco que duerme en su taller. Una obra que lo ha sumergido en un túnel que, por ahora, no tiene salida a la vista.

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