El espíritu navideño de los abuelitos del Hogar Canevaro

Más de 306 residentes del Hogar Canevaro celebran una Navidad marcada por emociones y actividades especiales. En medio de luces y guirnaldas, los abuelitos practican “el ejercicio feliz que acentúa sus arrugas”, según el testimonio recogido por la producción. En esta temporada, se organizan bodas de diamante, graduaciones simbólicas y serenatas para combatir la soledad.

¿Qué historias conmueven en estas fiestas?

Entre las historias más emotivas está la de doña Lucrecia Vásquez y don Carlos del Busto, quienes celebran 60 años de matrimonio. Se conocieron siendo adolescentes y enfrentaron juntos la pérdida de una pierna de él, cuando soñaba con ser futbolista. La pareja asegura que el secreto de su unión es perdonar y no ser rencorosos. Ellos son los únicos autorizados a dormir juntos en el hogar, aunque en camas separadas: ella dice que su esposo “ronca demasiado”.

También destaca la historia de Greta Núñez, de 90 años, quien pide que la “adopten como abuelita”. Dice que con una llamada es suficiente, y que ella duerme con su evangelio, su rosario y un pequeño silbato “por si acaso”.

¿Qué proyectos y necesidades tienen?

Los residentes se preparan para la graduación de la Escuelita Canevaro, donde varios adultos mayores reciben clases de escritura, lectura y dibujo. Algunos pasarán “al tercer grado” simbólicamente. La directora Mónica Alva informó que ya cuentan con togas, pero aún falta la torta para la ceremonia.

Entre los pedidos navideños escritos a Papá Noel figuran libros románticos, pañales para adultos y multivitamínicos. Muchos de los residentes no expresan estas necesidades directamente por pudor, pero son recogidas por el personal del hogar. Además, solicitan donaciones de libros, ya que muchos buscan historias de amor y lectura significativa.