El Dragon Rojo de Taiwán: Así operaba la organización criminal para la explotación de extranjeros en Perú
La Policía descubrió que la mafia asiática captaba ciudadanos de Malasia con la falsa promesa de colocarlos en puestos de fábricas en el Lima. Además, en la organización participaban dos peruanos
Al menos, 44 ciudadanos extranjeros fueron sometidos a trabajos extorsivos. El Dragon Rojo de Taiwán los captaba desde Malasia con la mentira de trabajos en fábricas en el Perú. Una vez que llegaban los acinaban en una lujosa casa de la planicie y eran obligados a llamar a sus compatriotas para vaciarles sus cuentas.
Todo ocurría dentro de una autentica mansión en La Planicie de La Molina con piscina y jardines que son protegidos por las púas que no dejaban entrar ni salir. El sello del hampa asiático conocido como El Dragon Rojo de Taiwán. En su interior, ciudadanos malayos, que no entienden nuestro idioma, pero que agitan sus manos en señal de que la pesadilla en el Perú había terminado.
La escena que encontraron los policías al interior era desgarradora. Personas que estaban acinadas, obligadas a dormir en el suelo sobre colchones rodeado de una inmundicia llena de desperdicios que nadie se animaba a recoger. Dos mujeres habían logrado burlar la seguridad que custodiaba la vivienda.
Escaparon saltando las paredes incluso burlando el alambrado eléctrico. Todo era mejor que soportar día y noche los maltratos a las que eran sometidas. El tiempo tan cruel enemigo solo les dio algunos minutos cortándose los brazos y piernas al paso de fuga.
Mientras esto ocurría, sus captores abordo de un vehículo empezaron a rastrearlas. Se junto a todo un equipo de rescate, llegaron con armamento propio de un posible. Dos sujetos de nacionalidad peruana resguardaban la guarida perfecta. Luis Arango Nuñez de 26 años y Maycol Chumpitaz Zapata de 42 se negaron a abrir en un primer momento hasta que la policía no podía esperar más.
Ventanas reforzadas para evitar que cualquier grito pueda ser escuchado, la escena del alcohol al gusto que bebían ceremonialmente para aguantar las horas que tenían por vigilar a los rehenes, cajas acondicionadas para efectuar llamadas, reventaron cualquier posible escondite.
Pero fue el dinero que no dejaba de contarse que abría la sospecha que se trataba de empresas fantasma constituidas en nuestro país para lavar dinero. La lujosa vivienda es parte del patrimonio de Alonso Andre Carbajal Friedrich. Domingo Al Día buscó establecer una comunicación con el mencionado, pero esta nunca se dio.
Según fuentes policiales por la suma de 8 mil dólares, la propiedad fue alquilada bajo la firma de un ciudadano chino nacionalizado ecuatoriano. Quien es intensamente buscado por la policía. Se habría encargado de crear una fortaleza hecha a la medida Del Dragón Rojo de Taiwán.
La red criminal capta a ciudadanos de Malasia o Taiwán para enrumbarlos en un viaje con escala a Ámsterdam y llegan al Perú con la falsa promesa de colocarlos en puestos de trabajo en fábricas. Pero todo es una pantalla. En el primer piso las mujeres eran obligadas a aprenderse guiones haciéndose pasar por funcionarias del país malayo. Llamaban a sus compatriotas desde la planicie e infringían el temor por deudas inexistentes.
Un piso arriba los varones privados de su libertad tenían que implantar la fuerza. Las llamadas a ese punto se extendían en medio de la confusión sumándose los datos personales que entregaban las atemorizadas víctimas.
Todo esto responde a la estafa mundialmente conocida como macao. Fueron 27 jóvenes extranjeras y 17 varones los que ingresaron de forma legal a nuestro país ya que no es un requisito tener visa para pisar suelo peruano.
La policía encontró un cumulo de pasaportes de Malasia, pastillas que se investigan para determinar si era para hacerlos trabajar sin parar. El Dragón Rojo de Taiwán tenía a 6 despiadados integrantes.
Liao jia-wei, Chao Tung-Yu, Chen Pin-Jen, Kuo Ping-Wei, Chang Hung-Jui y Lin Lin-Long han sido dispuestos a cumplir una prisión preventiva mientras duren las investigaciones. Enrevesados términos legales que tienen que ser interpretados ante la sorpresa de los detenidos.
El mismo destino corren las victimas en su intento de dar todos los detalles del cautiverio. Los despojaron de sus pertenencias y mezclaron toda su ropa en un mar de afligidos lamentos. Señalan los lugares de castigo donde tenían que permanecer en pie sin comida sin agua.
La División de Trata de Personas de la PNP coordina con sus pares de Malasia para entender cómo se ramifica El Dragón Rojo de Taiwán, ya que no se descarta que en algun lugar se escondan a más ciudadanos extranjeros que no se atreven al escape por recuperar sus vidas.
