Crimen de taxista tiktoker: No se resistió y lo ejecutaron
Horas después del crimen, la Policía detuvo a tres extranjeros en Santa Anita. Tenían las llaves y el auto de Rubén. Su familia pide cadena perpetua.
Rubén Canales Gómez tenía 28 años, una sonrisa franca, una cámara en la mano y un sueño: convertirse en un influencer capaz de inspirar a los demás. Mientras se ganaba la vida como taxista, grababa videos para TikTok y YouTube, construyendo una comunidad que lo seguía por su espontaneidad y carisma. Pero su vida se apagó una noche cualquiera, cuando salió a trabajar como siempre y jamás regresó.
La noticia estremeció a su familia, a sus amigos, a los vecinos que lo veían crecer. Un asalto brutal terminó con su historia. Le arrebataron el vehículo que había comprado con esfuerzo, y con él, la posibilidad de seguir soñando. En casa quedó un silencio doloroso, una vela encendida y el grito de justicia que no se apaga.

¿Quién era Rubén Canales?
Rubén era un joven multifacético. De adolescente estudió computación, pero no se limitó a un solo camino. Fue barman, transportista de camiones, comerciante y creador de contenido digital. Junto a su pareja, había comenzado a importar productos para independizarse económicamente. Cada sol que ganaba lo ahorraba con disciplina.
Comprarse su primer auto fue un logro que celebró como un hito. Para muchos era solo un carro; para él, significaba libertad, progreso y una promesa de futuro. Con ese vehículo quería crear una flota de taxis y dar trabajo a otros.
También lo usaba para grabar videos en los que contaba anécdotas, hacía bromas y compartía canciones. Amaba cantar boleros y cumbias, y soñaba con llegar lejos en el mundo digital.
¿Cómo ocurrió el crimen?
La noche del crimen, Rubén salió a recoger un pasajero. Según relató su padre, se despidió como siempre, sin imaginar que sería la última vez. Minutos después, los criminales lo interceptaron. No opuso resistencia, pero igual fue ejecutado con un disparo.
Las primeras investigaciones indican que habría sido citado mediante un aplicativo. La modalidad, conocida por sembrar víctimas para robar vehículos, se repite con frecuencia en varias ciudades del país.
El abogado penalista Mario Arribas explicó que Rubén fue atacado pese a que no representaba amenaza alguna, y que lo asesinaron por no tener efectivo que entregar.

¿Qué se sabe de los presuntos responsables?
Horas después del crimen, agentes de la Policía Nacional realizaron un operativo en un hostal de Santa Anita. Allí capturaron a tres ciudadanos venezolanos que tenían en su poder las llaves del auto de Rubén. En el estacionamiento del lugar también fue hallado el vehículo robado.
El coronel Jorge Chávez, jefe de la Dirección de Robos (Dirove), confirmó que las pruebas periciales vinculaban a los detenidos con el crimen. También se hallaron cartuchos compatibles con el arma homicida. Las investigaciones continúan para determinar la responsabilidad penal de cada uno de los implicados.

¿Qué impacto ha dejado en su familia?
La familia de Rubén vive entre la indignación y el dolor. Su madre enciende una vela cada noche como símbolo de esperanza. Su padre lo recuerda como un hijo trabajador, un amigo inseparable. Su tía, entre sollozos, pide cadena perpetua para los asesinos. “No era una mala persona. Se han ensañado con él”, repitió entre lágrimas.
El ambiente en su hogar ha cambiado. Ya no se escuchan las bromas de Rubencito, ni sus canciones grabadas en el celular. La sala está en silencio, y cada rincón parece extrañar su energía.

¿Qué rol jugaban las redes sociales en su vida?
Rubén no buscaba fama superficial. En sus videos mostraba su vida cotidiana: bailes con sus primas, anécdotas detrás del volante, consejos para quienes querían emprender. Tenía cientos de seguidores que valoraban su autenticidad.
Con su grupo de amigos de promoción había creado un canal de YouTube donde subían retos, recorridos turísticos y contenido de barrio. Eran inseparables. Fueron ellos quienes cargaron su ataúd en el entierro, acompañándolo con una de las canciones que solía cantar. Esa fue su despedida.
¿Qué mensaje deja su historia?
Rubén representa a muchos jóvenes peruanos: trabajadores, soñadores, persistentes. Su historia duele porque no es aislada. Porque como él, miles se levantan temprano cada día para buscar un futuro mejor, y muchos lo hacen sin saber si volverán a casa.
Sus padres no buscan venganza, piden justicia. Que su muerte no quede impune. Que los responsables no vuelvan a dañar a nadie. Que esa vela que arde en su sala sea también una luz que ilumine el camino hacia la verdad.
• Rubén Canales fue asesinado durante un asalto mientras trabajaba.
• Era taxista, tiktoker y soñaba con crear su propia empresa.
• Los delincuentes lo citaron con un aplicativo para robarle.
• Fue ejecutado sin oponer resistencia, según video.
• Tres sospechosos fueron capturados en Santa Anita con el auto.
• Su familia exige cadena perpetua para los asesinos.
• El caso aún está en investigación policial.














