Jesús Maldonado, alcalde de San Juan de Lurigancho, lleva sobre su espalda el peso de ser la máxima autoridad del distrito más grande del Perú, un distrito que la inseguridad ciudadana lo ha convertido en uno de los más peligrosos.
Según el alcalde, la banda criminal “Los malditos de Huáscar” es la organización que está detrás de las amenazas y que ya le puso precio a su cabeza: 30 mil soles.
Abel Peralta es otro de los grandes perjudicados en esta historia. El subgerente municipal de Fiscalización ha recibido múltiples amenazas contra su vida, tanto mensajes por escrito como balas dentro de un sobre. Con el fin de salvaguardar su vida, protege su identidad y prefiere declarar a los medios.
Para el alcalde Maldonado, sólo hay una manera de combatir la violencia en el distrito.
“Nosotros necesitamos de manera inmediata que salgan las Fuerzas Armadas. Ya no necesitamos si quiera de declaratoria de emergencia. Necesitamos una decisión política. Ahí donde no hay policía podría servir de tranquilidad para que esa madre regrese tranquila a casa”, asegura.
Mientras el gobierno no tome la decisión de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles, la Policía Nacional se encarga de luchar contra la delincuencia. El coronel PNP Holger Obando es el jefe de la División contra el Crimen Organizado en San Juan de Lurigancho. Desde una oficina, el oficial le sigue los pasos a las bandas que operan en el distrito, entre las que se encuentra, precisamente, la que está amenazando al alcalde Maldonado: “Los malditos de Huáscar”.
La amenaza al alcalde Jesús Maldonado es una muestra del gran terreno que va ganando la delincuencia. Las últimas cifras oficiales son de espanto. Unos 245 alcaldes y gobernadores han sido amenazados en todo el país, y en este registro no se incluyen a las autoridades que por temor prefieren el silencio.
