Coronavirus en la Amazonía: El drama de las comunidades nativas del Perú

El COVID-19 ha llegado a las comunidades nativas y no tienen medicina, ni médicos, ni balones de oxígeno

La selva sufre por el coronavirus. Foto: captura de video Cuarto Poder.

Es el pulmón del mundo, pero se está asfixiando. El coronavirus ha llegado a las comunidades nativas del Amazonas y no tienen medicina, ni médicos, ni balones de oxígeno, ni cómo salir de ahí. La Amazonía se marca con orgullo en el mapa del Perú, pero no en el de las autoridades.

Si el COVID-19 sigue avanzando al mismo ritmo, la selva se va a convertir en el cementerio más grande del país. Estamos hablando de 44 pueblos indígenas, de más de 500 000 personas. Niños, jóvenes y adultos ya sufren los síntomas del coronavirus. Piden atención urgente del Estado peruano.

La mayor concentración de comunidades indígenas se concentra en el departamento de Loreto. El pasado 15 de abril el alcalde de Villa Trompeteros, fletó una lancha para repartir víveres sin ningún protocolo en comunidades nativas. 

Visitó más de 20 hasta que llegó a Pucacuro. La mitad de los tripulantes incluido el alcalde, dieron después positivo a COVID-19. En el lugar dejaron su dosis de pandemia.   

Oficialmente solo hay dos casos positivos porque solo se hicieron 20 pruebas rápidas, aunque viven más de 800 personas de etnia Achuar, muchas de ellas ahora presentan síntomas. 

En la posta solo hay dos técnicos y no hay medicinas. Desde finales de los años 70, en Pucacuro hay un yacimiento petrolero, hay petróleo en lote ocho. Está Pluspetrol, pero el oro negro no se ha traducido en desarrollo.

En el establecimiento de salud referencia de Pucacuro, en la capital del distrito, Villa Trompeteros, están atendiendo tres técnicos de enfermería porque el personal está contagiado y es el centro de referencia de 14 000 personas. Se necesitan medicamentos de manera urgente.

En el distrito hay 73 casos de coronavirus confirmados y 3 fallecidos, pero es un subregistro.

El traslado a un hospital más grande, es sinónimo de un entierro en deslizador para llegar al infierno. Nauta está a 14 horas en deslizador e Iquitos a 17 horas de viaje y el sistema de salud ahí ya hemos visto que ha colapsado.

Recién este jueves el Ministerio de Salud ha logrado aprobar un plan de salud para los pueblos indígenas, un plan que solo ha logrado sacar del presupuesto público 88 millones de soles para 10 departamentos con pueblos indígenas.

Se busca fortalecer establecimientos con mayor capacidad resolutiva. Asimismo, se comprarán concentradoras de oxígeno. 

En Loreto, en la triple frontera está la comunidad nativa de Bellavista Callarú, donde ya han enterrado a siete personas del pueblo indígena de Callarú muertas por el coronavirus. No tienen apoyo de ninguna una autoridad.

El centro médico de referencia es Caballococha, a seis horas por río, pero es como si nada, pues no les permiten derivar enfermos. Y en el lugar no tienen medicamentos para el COVID-19.

Es una comunidad con más de 4000 habitantes y el virus llegó porque varios comuneros salieron para ir a cobrar Pensión 65 y Juntos, pero volvieron con el coronavirus. Las personas se tratan con plantas medicinales.

 En Condorcanqui, departamento de Amazonas, viven más de 40 000 personas. El alcalde y los lideres indígena hicieron bien las cosas, conscientes de su precariedad sanitaria, cerraron ríos, las comunidades se aislaron, se repartió vivires donados con todo el cuidado.  

Pero ni la Polícia, ni el Ejército detuvo a los caminantes, a los retornantes, y entró el virus y no hay como combatirlo. Los casos graves deberían ser derivados a Bagua o a Chachapoyas, pero son varios días de viaje.

Los principales vectores de contagio en la Amazonía han sido los retornantes, la entrega de víveres sin protocolo o la falta de entrega de víveres que ha obligado a que las personas salieran de su comunidad para abastecerse, y la salida del cobro para algunas prestaciones. 

Ahora están enfermos y sin comida. Los líderes indígenas lo tuvieron claro desde el principio, se aislaron todo lo que pudieron solos, pero el COVID-19 ya llegó y la yuca y el plátano se está acabando y los balones de oxígeno nunca llegaron.  

El ministerio encargado de pueblos indígenas es el Ministerio de Cultura, pero no cuenta con presupuesto propio para pueblos indígenas, pese a que otras poblaciones vulnerables los tienen.  

El ministerio no ha podido o no ha sabido anticiparse y lograr una actuación intersectorial, por eso las acciones reales recién va a empezar.

El COVID-19 está en las puertas del Parque Nacional del Manu. En el Manu hay pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial. El coronavirus podría desaparecerlos sin que nos enteráramos. No solo hay que llegar a la Amazonía, hay que poder sacar de ahí a los casos graves y por río es imposible.

No hay un registro oficial de muertos y contagiados porque la variable étnica recién se está implementado, pero recogiendo información de centros de salud, de la iglesia, de las organizaciones indígenas existen 209 casos confirmados, 226 sospechosos, 5 muertes confirmadas y sospechosas 59. Pueblos indígenas contagiadas un total de 15. La Amazonía está sola.

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