Chile y la crisis migratoria: La mirada de las autoridades del país vecino ante la ola de migrantes indocumentados

Los alcaldes y gobernadores del norte de Chile llevan años exigiendo al Gobierno central que declare Estado de Emergencia en sus regiones debido al incremento de la criminalidad producto, dicen, de la masiva migración de venezolanos.

De hecho, durante el último año en Arica, la policía capturó a varias bandas criminales compuestas principalmente por venezolanos, entre ellas la del tristemente célebre “Tren de Aragua”, que se habían convertido en un flagelo para la región.

Un equipo de prensa chileno fue a la zona fronteriza y grabó el ingreso ilegal de personas desde Tacna hacia Arica, a plena luz del día y a vista y paciencia de todos, lo que corroboraba que, en efecto, la frontera chileno-peruana era, literalmente, una coladora.

Es por esto que el Gobierno chileno tomó acciones y en enero de este año emitió un Decreto Supremo que permite a las Fuerzas Armadas apoyar a la policía en el resguardo de las fronteras con Perú y Bolivia, además de dotarla de recursos como cámaras térmicas, recursos que la policía peruana no ha tenido ni en sueños. 

Con el endurecimiento de las leyes migratorias, muchos venezolanos ya no podían regularizarse y acceder a un empleo formal, por lo que iniciaron el retorno y quedaron varados en la frontera, dado que Chile ya no los deja regresar y Perú no les permite ingresar por no tener sus documentos en regla. Un limbo que nuestro vecino del sur considera la mayor crisis migratoria de su historia.