Los certificados adulterados que la mano derecha de Dina Boluarte presentó para llegar a Palacio de Gobierno

Una vez más, personajes altamente cuestionados forman parte de las esferas más altas del poder

Video: Cuarto Poder

Grika Asayag, hoy la mujer más cercana a la presidenta Dina Boluarte, parece haber cruzado la línea que existe entre una irregularidad y un delito. Para ocupar el cargo que ostenta en Palacio de Gobierno presentó al Despacho Presidencial tres certificados de estudios adulterados, apócrifos, cuyas rúbricas son negadas de forma tajante por su propio autor.

¿Cómo hizo Grika Asayag para lograr burlar los filtros legales del Poder Ejecutivo y presentar documentos que el propio firmante no reconoce?

La respuesta está dentro de este inmueble en litigio. No es el pasaje Sarratea, pero está en Breña, con precisión, en la avenida Bolivia 724.

Aquí funcionaron la Asociación Educativa Florence Nightingale y el Instituto Virginia Henderson, de los que Grika Asayag ha sido entusiasta presidenta y representante legal entre el 2008 y 2022. El 2019, Asayag buscó un licenciamiento en el Ministerio de Educación y propuso como “director general” al “señor Roberto Justo Tejada Estrada”. Ambos tenían contactos en el mundo académico.

Tejada no aceptó el cargo, pero su apellido fue usurpado más de una vez. Según este certificado, Grika Asayag también fue alumna de su propio instituto Virginia Henderson. Aquí le entregaron el título “Profesional de Enfermería Técnica” el 24 de agosto del 2021. Su certificado consigna como director general del instituto a Roberto Tejada.

La condición de Roberto Tejada cuando supuestamente firmó el certificado de Asayag era de detenido. Según este “Certificado de Libertad”, Tejada estuvo recluido en un penal entre el 2 de noviembre del 2020 y el 26 de mayo del 2022, por una investigación de presunta corrupción en una universidad pública. Estando preso todo el 2021 le era imposible firmar el título que la señora Asayag ostenta.

Recién, desde hace nueve meses, Tejada se encuentra bajo arresto domiciliario sin sentencia. Para su malestar, hoy no solo lo busca la prensa, sino también enviados del despacho presidencial.

Hay que decir que Grika Asayag O´besso es avezada. Ella no quiso quedarse con el solo gusto de escoltar a Dina Boluarte en el histórico 7 de diciembre, camino a su juramentación como primera mandataria mujer del Perú. Ella, una semana después, logró su primera orden de servicio en el “Despacho Presidencial” como “apoyo administrativo”.

Para ocupar los sillones de Palacio, Grika Asayag presentó esta Hoja de Vida, este CV con los 3 certificados por los que el órgano de control interno acaba de abrir investigación. Y la ha abierto justo tras el pedido de la Unidad de Investigación de Cuarto Poder para acceder a dicha documentación.

El primer diploma de su instituto Virginia Henderson acredita que Asayag siguió el curso virtual de “Traslado y seguridad del paciente covid-19”. Es del 16 de octubre del 2020 y está firmado por Tejada como director.

El segundo es por su supuesta participación en el curso “Bioseguridad en tiempos de Covid-19”. Es del 15 de febrero del 2022 y lo firma también Roberto Tejada, que en esa fecha estaba recluido en un penal.

El tercer certificado que Grika Asayag ha presentado a Palacio de Gobierno es de Paramédico, es del 16 de setiembre del 2022 y también lleva la rúbrica de Tejada como director general.

Grika Asayag, la mujer que todos cuentan llama a los ministros de Estado cual voz extendida de Dina Boluarte, tiene más, bastante más que contar o aclarar, aunque se ha niegue a hacerlo.

En su lista de títulos, Asayag tiene un certificado de “Enfermería Técnica” con las calificaciones de los supuestos cursos que tomó. El papel también consigna la rúbrica del ya abrumado Roberto Tejada.

Los abogados de Tejada ya tienen en la mira a Grika Asayag desde diciembre del año pasado, desde la vez en que Cuarto Poder descubrió que el actual superintendente de Sunafil, Víctor Loyola, también tiene un certificado de trabajo del instituto de Asayag, Virginia Henderson, con la firma de Tejada.

Qué mejor puesto que el de Asayag, de absoluta influencia en el despacho presidencial. Qué mejor puesto que el de Loyola, cabeza de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral, Sunafil. Ambos tienen mucho en común, aunque lo niegan.

Es muy difícil creer en el jefe de Sunafil, quien también lleva una investigación por acoso sexual. Difícil entender que no conozca a Grika Asayag, cuando ella misma le firmó este certificado de trabajo hace apenas un año, cuando Loyola, dice, fue “jefe administrativo de personal” de uno de sus institutos.

Los abogados consultados hablan de la comisión del delito de falsificación de documentos con penas que van de los 2 a los 10 años de cárcel. Pero más allá del código penal está el escándalo, está la insistencia, de llevar personajes altamente cuestionados a que formen parte de las más altas esferas del poder.

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