Hoy:

    Callao: Adolescentes acribillados mientras comían cremolada

    Uno de los jóvenes soñaba con ser futbolista profesional. El video del ataque muestra la frialdad del sicario que les disparó 10 veces.

    Foto y video: América Noticias

    El Callao se sigue desangrando. La violencia en las calles sigue cobrando víctimas, y esta vez, dos adolescentes de 16 años fueron asesinados a sangre fría mientras disfrutaban de una cremolada. Caleb Moreno, un joven futbolista con un futuro prometedor, y su amigo, celebraban la clasificación de su equipo a la final de la Liga Juvenil de Honor cuando fueron atacados sin piedad.

    Las imágenes del crimen, captadas por cámaras de seguridad, muestran el aterrador momento en que tres sujetos cruzan la avenida Haya de la Torre, en el primer puerto. Uno de ellos, con capucha roja, camina decidido hasta el negocio de cremoladas. En cuestión de segundos, regresa armado y vacía su cacerina contra los dos adolescentes.

    El pánico se apoderó del lugar. Los clientes gritaban, se agachaban y corrían para protegerse, mientras los sicarios escapaban entre la multitud con dirección a la avenida Insurgentes.

    Una madre destrozada que clama justicia

    En medio del dolor y la impotencia, la madre de Caleb rompió en llanto exigiendo respuestas. "Nadie nos lo va a devolver. Estoy muerta en vida", expresó con la voz quebrada.

    La mujer relató que su hijo había recibido amenazas un día antes del ataque, pero que nunca pensó que su vida terminaría de esta forma.

    “¿Quién odiaba a mi hijo? ¿Quién lo quería matar?”, se pregunta sin consuelo. Las amenazas se dieron a través de las redes sociales, y Caleb, como muchos adolescentes, era activo en TikTok. Curiosamente, el día del ataque publicó una foto con su ubicación. Solo 15 minutos después, llegaron los sicarios.

    Un joven con futuro en el fútbol

    Caleb tenía una vida llena de sueños y aspiraciones. Había iniciado su formación en boxeo, pero finalmente decidió dedicarse al fútbol, donde se convirtió en capitán de su equipo.

    Su talento no pasó desapercibido. El Club Piratas, donde jugaba, lo veía como una promesa del deporte. “Era un jugador aguerrido, con mucho carácter. Ya estaba a punto de convertirse en profesional”, contó su entrenador.

    El día del ataque, Caleb había disputado un partido y, tras la victoria, decidió quedarse con sus amigos para tomar una cremolada. Su tío Giovanni, quien lo llevaba a todos sus encuentros, recuerda con tristeza que ese martes no lo acompañó a casa.

    “Siempre lo llevaba de regreso, pero ese día me dijo ‘tío, nos vemos en la casa’”, relató con profundo pesar.

    El sicariato sigue tomando las calles

    La Policía investiga las causas de este doble asesinato. Las familias exigen acceso a las cámaras de seguridad para identificar a los responsables, pero denuncian que los dueños de los comercios tienen miedo de entregarlas.

    Los expertos en criminalidad advierten que el sicariato está creciendo entre menores de edad. "El Callao se está desangrando", lamentó el tío de Caleb.