Hoy:

    Cae “Memín” con arsenal listo para el crimen en Chincha

    Armas por doquier y destino peligroso. “Memín” fue detenido en Chincha con un arsenal que la policía cree iba rumbo a Lima

    Cuidaba armas de todo tipo como si fuera una tienda de guerra

    Cuidaba armas de todo tipo como si fuera una tienda de guerra. La policía descubrió en Chincha el escondite de Steve Castillo Loza, alias “Memín”, presunto operador de la banda “Los Injertos del Cono Norte”, vinculada a extorsiones y sicariatos en Lima.

    Rifles, escopetas y pistolas: todo listo para atacar

    Los agentes de la Brigada Especial contra el Crimen de SJL y policías de Chincha llegaron al lugar tras información confidencial. Allí hallaron un verdadero arsenal: escopetas, rifles, pistolas y municiones listas para ser usadas.

    ¿Destino? Lima… ¿Objetivo? El crimen

    Todo indica que las armas iban a parar en manos de delincuentes de San Juan de Lurigancho y el Cono Norte, donde bandas tienen amenazadas a empresas de transporte y comercios. Incluso se investiga si parte de este armamento se iba a usar en el reciente ataque a la casa de la madre de “El Monstruo”.

    El nombre detrás del arsenal: alias “Memín”

    Según la policía, Castillo Loza era la mano derecha de Erick Moreno, alias “El Monstruo”, el temido cabecilla de “Los Injertos”. En su habitación, las armas estaban escondidas y listas para repartirse a otras bandas.

    ¿Licencia? No la pudo justificar

    Aunque el detenido tenía licencia para portar armas por defensa personal y deporte, no pudo probar que practicara ninguna de esas actividades. Todo apunta a un uso con fines criminales.

    Detenido y bajo investigación

    Hoy “Memín” está detenido. La policía busca probar su vínculo directo con alias “El Monstruo” y con los delitos de extorsión y sicariato en la capital. Las armas ya están en custodia, pero la amenaza no termina.

    La caída de “Memín” con un arsenal en Chincha podría ser la clave para frenar nuevos ataques en Lima. Detrás de cada pistola había un plan, y ahora la justicia debe determinar cuánto sabía y hasta dónde llegaban sus nexos con “El Monstruo”, uno de los rostros más temidos del crimen organizado en la capital.

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