Autos invaden zona arqueológica de Pachacamac para evitar tráfico

La zona arqueológica de Pachacamac, un sitio reconocido por su valor histórico y cultural, está siendo severamente vulnerada. A diario, decenas de vehículos —incluidos colectivos, combis, mototaxis y motocicletas— invaden el área intangible para acortar camino y evitar el tráfico en la antigua Panamericana Sur. El lugar forma parte del patrimonio cultural del Perú y debería estar debidamente protegido, pero las evidencias en el terreno muestran un escenario completamente distinto.

Los conductores cruzan este terreno sagrado sin respetar las normas de protección dejando huellas visibles de neumáticos y generando un camino improvisado que otros imitan. Esta conducta no solo afecta el orden vehicular, sino que representa una amenaza directa al legado arqueológico que allí se conserva.

¿Por qué acceden a esta zona protegida?

El problema tiene un punto crítico: la vía de acceso a Lurín desde la antigua Panamericana Sur tiene solo dos carriles, uno por sentido. Esto genera congestión permanente, especialmente a la altura del kilómetro 31. Ante la demora, muchos optan por invadir el terreno arqueológico, cruzando sin autorización para incorporarse más adelante al flujo vehicular.

Una vez que un conductor se desvía hacia el terreno arqueológico, otros lo siguen. La marca de los neumáticos ha formado una suerte de camino no oficial, facilitando la repetición del acto ilícito y extendiendo el daño al sitio protegido. Todo ocurre sin barreras físicas que impidan el ingreso y sin presencia de autoridades que fiscalicen.

No hay cercado ni señalización suficiente

Aunque existe un muro del Ministerio de Cultura que indica el carácter intangible de la zona, no hay cercado continuo ni vallas de protección que impidan físicamente el ingreso de los vehículos. Las entradas improvisadas, marcadas por las propias llantas, son ahora usadas regularmente como acceso alternativo.

Patrimonio en riesgo: no es la primera vez

Este problema ha sido reportado anteriormente. Según vecinos y transeúntes de la zona, las denuncias por invasión de la zona arqueológica de Pachacamac se remontan al menos a dos años atrás. Pese a ello, la conducta de los conductores continúa y se repite a diario.