Alianza Lima llevó alegría y esperanza a niños del Hospital Almenara

Una jornada especial se vivió en la Unidad de Pediatría del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud, donde los pacientes recibieron la visita de integrantes de los equipos profesionales de fútbol y vóley de Alianza Lima. En un ambiente habitualmente marcado por tratamientos y terapias, los niños fueron sorprendidos con sonrisas, abrazos y regalos que transformaron la mañana en un recuerdo inolvidable.

Los deportistas llegaron con decenas de obsequios y un mensaje de aliento para los pequeños. El recorrido por las salas pediátricas estuvo cargado de emociones, generando un momento de alivio en medio de diagnósticos complejos y largos procesos de recuperación.

La voleibolista Esmeralda Loroña resaltó el propósito de esta acción solidaria: “Hemos venido con la intención de alegrarles el día. Ver sus caritas felices es lo más importante”. Sus palabras reflejaron el espíritu de un club que entiende que el deporte también puede servir como puente de esperanza.

Por su parte, el delantero blanquiazul Mathías Sucar compartió su experiencia conmovido por la respuesta de los niños. “Es un abrazo al corazón para nosotros. La alegría que nos transmiten es inmensa. El esfuerzo del equipo por reunir los obsequios valió totalmente la pena, porque los niños nos recibieron con tanto cariño”, señaló.

El doctor Guillermo Barrios Flores, gerente de la Red Prestacional Almenara, subrayó la importancia de estas actividades en el entorno hospitalario. “La presencia de los deportistas y los juguetes son un estímulo para los niños. Les levantan la moral, su ánimo crece y eso contribuye a una recuperación más rápida”, explicó.

Más allá de los regalos, la visita dejó un mensaje de solidaridad y compromiso social. “Lo que realiza Alianza Lima como institución es un gran paso que motiva a que otras organizaciones también se sumen a estas acciones”, añadió Loroña.

De esta manera, Alianza Lima reafirma que su influencia trasciende el campo deportivo. En un espacio donde cada día se libran batallas silenciosas contra la enfermedad, la presencia de sus jugadores y voleibolistas demostró que el deporte también puede sanar corazones y devolver ilusión a quienes más lo necesitan.