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Reimond Manco es recordado en México tras secuestro de Alan Pulido

Reimond Manco es recordado en México tras secuestro de Alan Pulido

El peruano denunció en marzo de 2011 haber sido secuestrado

El nombre del futbolista peruano Reimond Manco vuelve a sonar en México, pero no para anunciar su posible llegada a algún club, sino recordando el supuesto secuestro que sufrió en Cancún, cuando pertenecía al Atlante.

A propósito de lo ocurrido con Alan Pulido, secuestro que también genera dudas por el fuerte rumor de que el hecho haya sido ordenado por el esposo de su prima, un supuesto integrante del crimen organizado de la violenta Tamaulipas, en Twitter se acordaron del jugador de Alianza Lima.

La cuenta @SanCadilla, con casi 430 mil seguidores, detalló lo sucedido con Reimond Manco en numerosos mensajes que puedes leer a continuación.

"Ahora que se puso de moda esto de las historias de acción, persecusiones, rescates y héroes, me acordé de un sancaso que les va a gustar. Una historia que me cae que si Alan Pulido hubiera recordado, le hubiera ayudado mucho. Para ubicarnos geográficamente, este caso se dio en un paradisiaco destino mexicano al que muchos le tienen un cariño especial. Era el año del 2011, un "refuerzo" había llegado al equipo en ese entonces de Primera División y prometía… aunque no precisamente goles.

En los primeros partidos de este "crack" hubo chispazos, pero nada para pensar que había llegado el nuevo Maradona o alguien por el estilo. Un buen día al angelito se le hizo fácil agarrar la fiesta, digo son jóvenes y tampoco son de palo. El problema es que la fiesta lo agarró a él, y aquí es donde nuestro sancaso toma forma.

Era el 9 de marzo del 2011, el peruano #UpsCasiSeMeSale, agarró tremendo fiestón en el que el alcohol fue uno de los protagonistas. Amaneció y el jugador, literalmente como pudo, llegó supuestamente a entrenar. Preocupado por lo que podría pasar, en el camino el delantero pensó en el mejor de los pretextos para librarse de un castigo. Que si el perro se comió sus zapatos de futbol, que si había mucho tráfico, y "pum" llegó la ideota: "Voy a decir que me secuestraron".

Fíjese profe que ayer yo estaba en mi casita tomando mi leche con pan cuando unos maleantes entraron a mi casa y me secuestraron". Fue más o menos lo que este jugador le dijo al entonces técnico del Atlante Miguel Herrera #UpsYaSeMeSalio. El problema es que el "Piojo" de 10 palabras entendió 2, porque los secuestradores le hicieron algo en la boca porque arrastraba la lengua. Entre que eran peras, manzanas o botellas de Bacardí, el cuerpo técnico le comentó el caso a la directiva"

Raudo y veloz llegó el presidente azulgrana y apenas se iba estacionando un olor a cantina, botana y algo más le llegó de pronto. El buen Reimond Manco, que de manco no tenía nada porque se empinó hasta el agua de los floreros, dio su versión #UpsAhoraSiYaSeMeSalio
"Llegó borracho y dijo que lo habían secuestrado con aliento alcohólico terrible, se le mandó a hacer un examen médico",  dijo el directivo. En efecto el examen se le hizo para ver cuántos grados de alcohol traía en la sangre, aunque con sólo verlo no había para qué gastar

Luego de los exámenes, le pidieron a Manco que se lanzara al Ministerio a levantar la denuncia, pues había que atrapar a sus captores. "Mmm este…, pero mejor…., y si mejor entreno y luego…, no creo que ya haga falta", y así comenzaron los pretextos y las dudas
"Lo hice que fuera a levantar un acta al MP porque estaba hablando de secuestro, luego ya entró en contradicciones", dijo el presidente. En lo que José Antonio García daba a conocer la noticia, Manco ya estaba en la sala de abordaje esperando su vuelo de regreso a Perú.

"Ya se desapareció, creo que se fue al aeropuerto, él abandonó el club", dijo el presidente horas después. El jugador decidió fugarse antes de que el lío se hiciera más grande, porque lo curioso del caso es que eso de las escapadas se le daba".

"Fui a comer a un bulevar de Cancún al que siempre voy con mi primo. Estábamos comiendo y de repente se apareció un tipo y me puso la pistola en la cabeza. Me dijo que por qué iba tanto ahí, que quién era, qué hacía, y me amenazaron de muerte. Nunca había visto la muerte tan de cerca", dijo Reimond Manco a la prensa a su llegada a Lima.

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