Presidente de la Asociación de Fútbol Argentino cumplió promesa tras campeonar en Qatar

Y cumplió. El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, llegó hasta la provincia de San Juan para cumplir una promesa que tenía luego que la selección Albiceleste consiguiera la Copa del Mundo Qatar 2022, llevar el trofeo hasta el santuario de la Difunta Correa, santa popular argentina, que se encuentra en la mencionada provincia a unos mil 160 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Tapia, quien llegó junto al mediocampista campeón, Exequiel Palacios, es muy devoto de la llamada "Deolinda", por lo que una vez logrado el campeonato en el medio oriente y finalmente llevar la copa a las tierras gauchas, decidió llevarla al santuario, promesa que hizo desde que asumió las riendas de la AFA. "La Difunta Correa siempre estuvo, estuvo en la utilería desde que asumimos y es la que se lleva a todos los partidos que juega la selección desde 2017", narró en una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno de San Juan.

El presidente de la AFA no sólo llegó para cumplir con lo prometido, sino que también fue la oportunidad para que sea declarado como ciudadano ilustre de la provincia, pues Tapia es oriundo de Concepción, otra ciudad de la misma provincia.

En la conferencia, también aprovechó para referirse al objetivo conseguido el pasado 18 de diciembre en Doha y que permitió que Argentina vuelva a levantar la copa 36 años después. "Fue cumplir un sueño como el que todos tenemos alguna vez y que, con mucho esmero y lucha, lo divisamos en el horizonte y trabajamos hasta que pudimos cumplir el objetivo", refirió.

De otro lado, hizo mención a los objetivos logrados con la selección desde que asumió el cargo. "El tiempo demostró que no estábamos equivocados y que en un año y ocho meses lograron tres títulos importantísimos, lo que demuestra que todos juntos podemos hacer las cosas mejor".

Hay que indicar que la llamada Difunta Correa es una imagen popular en la que muchos argentinos creen, al igual que el Gauchito Gil. Su historia data del año 1840, cuando una mujer llamada Deolinda Correa, se encontraba camino a la provincia de la Rioja para encontrarse con su esposo llevando consigo a su pequeño hijo en brazos. Debido a la falta de agua, la mujer no soportó y murió en el camino, al día siguiente fue encontrada, sorprendentemente el niño seguía con vida y amamantándose al cuerpo inerte de su madre.

Esto generó revuelo y con el paso de los años la convirtió en una imagen a la que muchos argentinos acuden para pedirle favores, precisamente, con la obtención del campeonato mundial, las visitas a este santuario se multiplicaron pues muchos encontraron en esta santa pagana un modo de pedir por la tercera estrella mundial para el cuadro Albiceleste.