Uzbekistán hizo historia: Clasificó por primera vez al Mundial

Uzbekistán hará historia en el Mundial 2026 tras conseguir su primera clasificación a una Copa del Mundo. Guiado por su figura Abdukodir Khusanov, el conjunto asiático se perfila como una de las revelaciones del torneo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. El empate sin goles ante Emiratos Árabes Unidos selló su pase a la cita mundialista, en una campaña que refleja el crecimiento del fútbol en Asia Central.

Los Lobos Blancos, como se conoce a la selección uzbeka, consolidan el progreso de una región que, hasta hace pocos años, se destacaba más en deportes de combate que en el fútbol. Desde su independencia de la Unión Soviética en 1991, Uzbekistán ha trabajado en una estructura deportiva que hoy da frutos. Actualmente ocupa el puesto 57 del ranking FIFA y se unirá al selecto grupo de debutantes en el nuevo formato del Mundial con 48 selecciones.

La clasificación de Uzbekistán no es un caso aislado. Tayikistán, Kazajistán, Kirguistán y Turkmenistán también vienen mostrando avances. A nivel institucional, el fútbol se ha convertido en política de Estado, con gobiernos autoritarios que respaldan directamente a sus federaciones. En Uzbekistán, se impulsaron reformas desde el más alto nivel, con apoyo de la FIFA en infraestructura y formación de talento.

Khusanov, defensor fichado por el Manchester City desde el Lens por 40 millones de euros, lidera una generación dorada que incluye a Eldor Shomurodov (Roma) y Abbosbek Fayzullaev (CSKA Moscú), elegido mejor jugador asiático en 2023. La cantera uzbeka se nutre de una población joven, con más de 10 millones de personas menores de 20 años.

El entrenador Sub-23, Ravchan Khaïdrov, destacó el proceso a largo plazo y el trabajo de academias como la del Bunyodkor Tashkent, considerada una de las mejores de Asia Central. Los logros en categorías menores —como las Copas de Asia Sub-17 y Sub-20— y la clasificación a los Juegos Olímpicos París 2024, confirman esta evolución.

Uzbekistán afrontará el Mundial 2026 con talento, técnica y creatividad, pero con el desafío de enfrentar selecciones de élite. La federación ya trabaja en concretar amistosos ante equipos europeos y sudamericanos, conscientes de que el roce internacional será clave para competir al más alto nivel.