Solo ha pasado diez días en el paro antes de regresar a Inglaterra: destituido por el Napoli, Carlo Ancelotti firmó un contrato de cuatro años y medio para volver a ejercer como entrenador en el Everton y sacarlo de la zona baja de la clasificación.
Luego de verse obligado a quitarse la camiseta azul celeste napolitana, el Mister se enfunda la del Everton, de un azul más oscuro. Su objetivo es claro: hacer que el otro club de Liverpool, ambicioso, escale desde su actual decepcionante 16º puesto a una posición más honrosa.
La llegada del italiano a orillas del Mersey ha sorprendido mucho. Juventus, AC Milan, Chelsea, París SG, Real Madrid, Bayern de Múnich y Napoli: Ancelotti solo había conocido hasta el momento la excelencia de los grandes clubes. A los 60 años se arriesga en el Everton a manchar su dorado currículum, en el que figuran tres Ligas de Campeones [dos con el Milan (2003, 2007), una con el Madrid (2014)] y cuatro ligas.
"Es un gran club con una rica historia y aficionados muy apasionados. El propietario y el consejo de administración tienen una visión clara para asegurar el éxito y los títulos", declaró Ancelotti en un comunicado en la página web del club.
El italiano regresa a un país que ya conquistó a los mandos del Chelsea (2009-2011), con un doblete Premier League-Copa de Inglaterra en 2010 gracias a las leyendas Frank Lampard, John Terry y Didier Drogba (29 goles ligueros).
Pero estos 'Blues' no cuentan con ninguno de los mejores jugadores del mundo. Una plantilla a la altura de un club que esta campaña no disputa competición europea y que figura a once puntos de distancia del Chelsea, 4º, en la última plaza que da acceso a la 'Champions', y a ocho del Tottenham, 5º, en puestos de Europa League.