Se trata de por lo menos cuatro asaltantes entre los 18 y 29 años que empezaron su fulgurante notoriedad delictiva al asaltar dos veces y con la misma modalidad el mismo grifo. ‘Los Cachangas de Condevilla’ fueron capturados por efectivos de la comisaría de Condevilla.
Videos de cámaras de seguridad del distrito de San Martín de Porres muestran asaltos a restaurantes y descaradas 'peperas' que intoxican a sus víctimas para luego desvalijarlas.
En este reportaje emitimos un video de una banda del mencionado distrito, bautizada con el nombre de ‘Los Cachangas’, integrada por cinco jóvenes y sanguinarios delincuentes que, en el último mes, han protagonizado hasta cinco atracos en los locales comerciales de las principales avenidas de ese inmenso distrito de la nueva clase media peruana.
Se trata de por lo menos cuatro asaltantes entre los 18 y 29 años que empezaron su fulgurante notoriedad delictiva al asaltar dos veces y con la misma modalidad el mismo grifo.
‘Los Cachangas de Condevilla’ fueron capturados por efectivos de la comisaría de Condevilla.
Allí estaban el feroz Erick Sáenz Mestra de solo 18 años alias colocho, el líder y el más violento de la banda, el que más golpeaba a sus víctimas y que incluso sonríe desafiante al momento en que le toman una de las fotografías.
Alexis Vásquez Lévano, de la misma edad, alias “Chatico” junto a Alfredo Rodríguez León de 29 años, alias “culón” y Yefri Boulangger de 23, todos vecinos cercanos de los lugares que asaltaron, todos barruntos de la calle Llona.
Pese a las declaraciones de los testigos y la flagrancia registrada en los videos, a pesar de que la fiscalía solicitó 9 meses de prisión preventiva, una vez más, gracias a una apelación presentada por su defensa el Poder Judicial los liberó, confirmando la denuncia hecha hace pocas semanas por el ministro del sector referida a que más del 90 por ciento de los delincuentes capturados por la policía son liberados.
Tan solo queda esperar que los miembros de ‘Los Cachangas de Condevilla’ no aprovechen esta recurrente falla del sistema para huir de la justicia, del país, y no recibir el castigo que merecen. La Policía le sigue los pasos.