Suboficial es forzada a continuar sus labores a pesar de su estado físico

Ruth Ruiz Rojas es una suboficial de la policía nacional que vive un auténtico drama desde hace 6 largos años. Más de media década atormentada por intensos dolores en la espalda y las piernas tras sufrir un accidente en servicio. Un dolor agudo y punzante que la persigue día y noche y que, cuando la ataca, le corta el aliento.

Todo comenzó en agosto del 2007, cuando un terremoto de 9.1 grados en la escala de Richter remeció Pisco. El movimiento telúrico también se sintió con mucha intensidad en Lima. Y las réplicas duraron más de una semana.

En aquella época, Ruth Ruiz trabajaba como profesora en el nido Virgen de Fátima de la Policía Nacional. Una institución educativa para hijos de efectivos policiales ubicada en el distrito del Rímac. El 24 de agosto, los docentes del colegio decidieron reordenar los ambientes del nido y reacomodar todas las cosas que el sismo había movido de lugar para prevenir accidentes con los niños. La suboficial Ruth Ruiz intentó mover un estante y en ese momento sintió algo que nunca había sentido.

Un intenso dolor comenzó a apoderarse de su cuerpo y a duras penas lograba dar unos pasos. Su esposo la llevó a una clínica privada y cuando los médicos la revisaron descubrieron que tenía una lesión grave en la columna vertebral que necesitaba una cirugía de urgencia. El 14 de diciembre se realizó la operación a la columna y 3 días después, la suboficial Ruiz se dirigió al hospital de policía para regularizar los 30 días de descanso otorgados por el Instituto de Ciencias Neurológicas del Ministerio de Salud. Pero un médico del hospital de policía le dijo que ese descanso no era necesario.