Los Hijos de Dios, facción del Tren de Aragua, han dado muestras de torturas, amenazas, extorsión y sicariato. Un modelo criminal que traspasó nuestras fronteras en un delito gravísimo como es el de la trata de personas.
En una discoteca llamada D’buhos se encontró a 42 niñas sumergidas en una red de prostitución. En su mayoría, menores venezolanas y también peruanas, que eran obligadas a pagar cupos y al meretricio.
La red criminal había construido toda una empresa criminal en el corazón de San Martín de Porres. La discoteca D'buhos publicaba sin remordimientos la urgencia de más mujeres con pagos fijos y comisiones.
Es solo una fachada, una mentira que las encadena para siempre cuando caen presas del proxenetismo. Los clientes no llegaban solos. Necesitaban de alianzas con ciudadanos peruanos que no dirían nada y se harían de la vista gorda con tal que lluevan los billetes.
Su nombre es Kathy Liliana Condor Torres o como todos la conocen con el alias de "melisa" o "mami". Disfruta de un poder momentáneo que le otorgó la mafia llanera. Vuelca sus enseñanzas a las mentes más frágiles.
Para que alias “melisa” tenga controladas a las cerezas, les decía que tenían que publicar en redes sociales y cómo sobresalir entre cientos de mujeres. Las menores de edad aceptaban así los consejos.
Es la ley de la calle ante los ojos de una menor de tan solo 13 años. Peruana de nacimiento, pero la organización criminal pagó por crearle hasta una cédula falsa para pasar por venezolana.
Y así lo hacían para terminar dentro de la discoteca que hoy todos la llaman "La Casa Venezolana". Desde la comisaría de Barboncito se elaboró todo un trabajo con técnicas especializadas para darle seguimiento a esta niña y que pueda ser rescatada de sus captores que cobran cupos y el derecho a las plazas.
Desde la Fiscalía Especializada en delitos de trata de personas, proponen establecer puentes con las autoridades venezolanas para saber exactamente cuántas de estas niñas están siendo buscadas por sus familias y bajo qué condiciones pisaron suelo peruano.
Son 14 despachos especializados a nivel nacional que reflejan cifras alarmantes en las zonas más convulsionadas. Entre el 2023 y parte de lo que va del año, se han atendido 1831 casos que involucran a 2421 imputados que habrían atentado contra 3172 víctimas.
Solo en Lima centro existen más de 335 investigaciones durante este periodo. Numerosos casos que siguen en aumento a cada minuto en el círculo vicioso de la trata de personas. Una actividad delictiva tan dinámica que genera ganancias ilícitas tanto como el tráfico ilícito de drogas, el contrabando de armas y la minería ilegal.
