Desbaratan banda criminal que extorsionaba a meretrices

Delincuentes utilizaban dinero del cobro de cupos para celebraciones y comprar modernos vehículos.

Foto y video: América Noticias

Se reunían para celebrar sus delitos, con alcohol y drogas, al ritmo de música electrónica. Reuniones que podrían durar por varios días y que agrupaban a los más avezados delincuentes de Lima norte. Este hombre de 1.81, de tez morena, que luce enmarrocado y que ante la policía dice ser obrero es en realidad el cabecilla de una temida organización de extorsionadores, que venía sembrando terror entre las meretrices de Los Olivos, Comas y Puente Piedra, cobrándoles cupos para dejarlas trabajar en paz.

Héctor Alfonso Prieto Materano es conocido con el alias de Mamut, un ciudadano venezolano, oriundo de Caracas y que, en su país, ya había estado tras los fríos barrotes de una celda, en el penal de Tocoron. En el año 2014 y que ahora, a sus 36 años ya se había convertido en un peligroso criminal en nuestro país.

Era asiduo organizador de faustosas celebraciones, donde no podía faltar los licores caros, los dj’s para armar la rumba y siempre se lo veía rodeado de bellas mujeres de nacionalidad extranjera.

Según la policía, era él, quien ordenaba traer a las chicas de Venezuela al Perú, captándolas con engaños, a las cuales les ofrecía trabajos formales, pero al final eran puestas en las calles para prostituirlas. Por lo que adquirían, de un momento a otro, deudas con intereses que nunca lograban pagar.

Según la policía, alias mamut, se había borrado un tatuaje que tenía en el brazo derecho, todo para no ser reconocido por sus adversarios. En un arduo operativo, y días de seguimiento, esta semana, la división de homicidios de la Dirincri y la brigada especial de investigación contra la criminalidad extranjera, lograron la capturar del cabecilla, justo cuando se encontraba con 8 de los integrantes de su banda, entre ellos estaban los encargados de cobrar los cupos y de traer a las trabajadoras sexuales. Además de los sicarios de dicha organización.

En el llamado bunker de Comas, se encontró, droga, granadas, armas y debajo de un colchón gran cantidad de municiones. Además de un cuaderno con apuntes de los cobros que hacían, a las meretrices, montos que en un mes podían llegar hasta los 9 mil soles, sólo en una zona.

En todo momento, Héctor Alfonso Prieto Materano mostraba una actitud desafiante, mirando fijamente a cada uno de los agentes encargados de la intervención. Incluso, varios de sus cómplices lucían prepotentes ante la autoridad.

Festejos que, incluso, realizaban a orillas del mar, como si la playa fuese de ellos, al ritmo de música electrónica se amanecían hasta las últimas consecuencias. La mano derecha de alias mamut es Franklin Aponte Venegas, un venezolano de 39 años, él sería el encargado de recibir el dinero producto de las extorsiones a las trabajadoras sexuales.

Entre sus secuaces también se encontraba José alexander Camacho Baloga, un joven de 19 años que ingresó al Perú de forma ilegal y al cual le encantaba grabarse junto a miembros de la banda.

Eran amantes de las motos, por lo que cada vez que podían salían a las calles a realizar piruetas, y aprovechaban las noches para hacer piques ilegales con las motos que adquirían con dinero producto del cobro de cupos. Las mismas que fueron incautadas dentro del bunker en comas, vehículos que llegaban a costar más de 7 mil soles.

Esta banda, quien tenía como cabecilla a Héctor Alfonso prieto Materano, operaba en todo el cono norte, extorsionando a las meretrices que se encontraban en Los Olivos, Comas Y Puente Piedra exigiéndoles el pago de 100 a 400 soles semanales

Dentro del que sería su bunker la policía halló a 4 mujeres que al parecer veían siendo retenidas y obligadas a ejercer la prostitución, según su versión. Una coartada que aún está en investigación, por lo que también fueron trasladadas a la sede de la Dirincri.

Esta vez cayeron los malditos del cono, avezados criminales que venían sembrando el terror entre las trabajadoras sexuales y a los que les gustaba darse la gran vida en faustosas fiestas en casas de campo o frente al mar.

Relacionadas