Descubre cada cuándo tiempo debes reemplazar tu almohada

Tu almohada puede provocarte serios problemas respiratorios, acné, dermatitis, entre otros. Conoce cómo debes limpiar tu almohada y cuándo cambiarla  

¿Qué sucede cuando conservamos una almohada por más de un año?
¿Qué sucede cuando conservamos una almohada por más de un año?

Lavar las fundas de las almohadas es un hábito cotidiano en casa, pero ¿qué sucede cuando conservamos una almohada por más de un año? Si bien no queremos motivarte al consumismo, debes conocer cómo una almohada puede provocar problemas en la salud.

Nuestro rostro y cuero cabelludo es un combinado de sudor, grasa corporal, saliva, caspa, piel muerta, maquillaje, etc. Estos se acumulan en una gran parte de nuestras almohadas, convirtiéndolas en un cultivo de bacterias, hongos y ácaros provenientes del polvo.

Si bien las consecuencias pueden no ser visibles a corto plazo, con el tiempo el sistema inmunológico se debilita, desencadenando cuadros de alergias, dermatitis, acné, conjuntivitis, ataques de asma, gripes constantes, irritación a la garganta, entre otros. 

¿Cada cuánto tiempo se debe cambiar una almohada?

Según los especialistas, las mejores almohadas son de gel y ergonómicas, las cuales se deben cambiarse, como máximo, cada dos años. Sin embargo, si posees una almohada convencional, lo recomendable será reemplazarla de acuerdo al uso que le des:

  • En el caso de niños y adultos mayores, el accesorio debe reemplazarse cada cuatro meses.
  • Para adultos que poseen un buen sistema inmunológico, se deben reemplazar por lo menos dos veces al año.
  • Las fundas que cubre las almohadas deben ser lavadas y cambiadas hasta cuatro veces si es que se trata de pacientes que sufren de asma, rinitis, sinusitis, entre otros.

¿Cómo lavar y mantener una almohada?

Deberás revisar tu almohada para decidir si debes desecharla: Dobla la almohada a la mitad y si se queda así, significa que está muy vieja. Pero si regresa a su forma normal, aún está buenas condiciones y solo necesitas lavarla:

  1. Retira la funda de la almohada y forros adicionales. Deben lavarse por separado del cuerpo de la almohada, sobre todo si son de relleno sintético o plumas. 
  2. Ya sea en tu lavadora o a mano, deberás utilizar agua caliente, ya que los ácaros y gérmenes mueren a temperaturas elevadas, entre 70° y 80°
  3. Agrega lejía o un poco de lavaplatos, además del detergente para eliminar la grasa y piel muerta. 
  4. Revisa si no haya ningún rastro de espuma en el último enjuague de la almohada, y finalmente déjala secar si es posible con el sistema de la lavadora. 

No olvides planchar las fundas de las almohadas para reducir la aparición de los ácaros, además de ventilar tu habitación y sacudir diariamente los elementos en tu cama.

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