Estos dos abuelos argentinos dan cátedra en el Mundial de Tango
Óscar y Nina llevan con casi siete décadas de baile compiten con jóvenes parejas profesionales
Tienen casi siete décadas de baile. Él, con 90 años, y ella con 82, se conocen tanto que no necesitan ensayos para competir en el Mundial de Tango en Buenos Aires. "Bailo desde 1945, ¿tengo que ensayar? Vamos 4 o 5 noches (a la semana) a bailar, ya está el ensayo", dijo Óscar Brusco.
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La viudez y un cáncer a los 50 años empujaron a Nina a las milongas. En una de ellas se encontró con Óscar, también viudo. Ahora hace 15 años que comparten baile y vida juntos. "El Tango, el tango me dio todo, me dio amor, me dio pasión, me dio los hijos que tengo, porque los hijos que tengo son fruto de un tango. Todo es lindo para nosotros, es una cosa que no te puedo explicar porque lo sentís adentro del corazón", dijo Nina Chudoba.
"Para nosotros es un placer, una comida, es como una comida, lo necesitamos, si no comemos nos morimos, esto es lo mismo, sino bailamos nos morimos. Por eso digo que al tango hay que amarlo, hay que sentirlo, un bailarín no puede bailar bien si no tiene amor al tango", agregó Oscar.
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Aunque no ganaron el último Mundial, que se celebró hasta el 22 de agosto, recibieron una ovación al pisar el escenario. Y es que las otras cuarenta parejas de bailarines no eran mayores que sus quince nietos. (AFP)
