The Rolling Stones conquistaron La Habana con un concierto histórico

Dos horas y media de sus "Satánicas Majestades" en acción sirvieron para que Cuba saldara esa deuda con el rock

  "Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes", dijo Mick Jagger al público / Foto: EFE
"Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes", dijo Mick Jagger al público / Foto: EFE

Con los primeros acordes de "Jumpin Jack Flash" un sinfín de teléfonos móviles iluminaron la Ciudad Deportiva de La Habana: todos querían registrar para el recuerdo la entrada triunfal de The Rolling Stones en un concierto espectacular y único con el que conquistaron en Cuba la última frontera del rock.

"Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra. Pienso que finalmente los tiempos están cambiando", apuntó Mick Jagger, en un claro español, sobre los inicios de la Revolución, cuando el rock extranjero no era bien visto por el oficialismo.

Dos horas y media de sus "Satánicas Majestades" en acción sirvieron para que Cuba saldara esa deuda con el rock; pagada con creces con un concierto gratuito y al aire libre, que congregó a cientos de miles de personas, el primero en la isla de los británicos.

"Aquí estamos finalmente. Estamos seguros de que será una noche inolvidable", prometió, de nuevo en español, y cumplió a juzgar por la entrega de un público en el que se mezcló gente de todas las edades y nacionalidades.

En las primeras filas lo que predominaba eran extranjeros – británicos, alemanes, estadounidenses, argentinos o mexicanos-, muchos ya con canas: fans acérrimos de la banda que les persiguen allá donde van y que, por supuesto, no quisieron perderse la cita histórica de los Stones en la Cuba del deshielo.

En la zona VIP, la top model Naomi Campbell o el actor Richard Gere tampoco faltaron al espectáculo en la isla comunista, que se está convirtiendo en un foco de atracción para celebrities.

"Anoche ya comimos arroz y frijoles en un paladar, pero lo más rico fue bailar rumba cubana", contó al público el vocalista, que no defraudó con sus movimientos únicos de cadera al estilo Jagger.

Dos horas de rock y de la lista de éxitos de la banda ya se podían tachar "Gimme Shelter", "Start me Up", "Sympathy for the devil" o "Brown Sugar", entonces Jagger se despidió: "Muchas gracias Habana, buenas noches".

Sin embargo los Stones volvieron al escenario para cumplir con uno más de sus éxitos.

Los 3,55 minutos de la versión original de "Satisfaction", lanzada en 1965, se alargaron por más del doble. Todos, desde sus Satánicas Majestades hasta el último de sus súbditos que quedaba en La Habana, disfrutaron y exprimieron el último segundo de un concierto histórico que quedará en la memoria de todos los cubanos. (EFE – Sara Gómez Armas)

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