Siria: bombas de racimo dejaron al menos diez niños muertos

El ataque fue autorizado por el mismo Gobierno en una zona dominada por la facción rebelde

Siria.

La guerra contra el régimen de Bashar al Asad en Siria recrudece. La localidad de Deir al-Asafir, situada a 12 kilómetros de Damasco, fue el blanco de un ataque aéreo que impactó en un parque de juegos y acabó con la vida de diez niños.


 


El bombardeo sorprendió a los menores cuando se divertían al aire libre. “No había combatientes dentro de Deir al-Asafir cuando se produjo el atentado. Están en las afueras. Éste fue un bombardeo indiscriminado”, dijo un testigo a elmundo.es.


 


El ataque dejó a los niños ensangrentados y tirados en la calle, algunos con heridas en el cuello y la cabeza, otros en el rostro. Varios hombres recogieron los cadáveres de los menores, mientras que una mujer se aferraba al cuerpo de su hijo.


 


Las bombas de racimo están prohibidas por un tratado de Naciones Unidas de 2010, aunque Siria, Israel, Rusia y Estados Unidos no firmaron el pacto.


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