Trump y Putin se ven en Alaska para hablar sobre Ucrania
Trump y Putin mantienen en Alaska un encuentro centrado en la guerra de Ucrania, sin presencia de líderes europeos.
En Alaska, Donald Trump y Vladimir Putin se han sentado frente a frente para hablar de uno de los conflictos más graves de los últimos años: la guerra en Ucrania.
Han pasado casi siete años desde su último encuentro y el escenario internacional es completamente distinto. Ambos llegan con estrategias y prioridades diferentes, pero con la presión de intentar dar un paso hacia la paz.
Según informó la Casa Blanca, la reunión se realiza en un formato “tres a tres”: cada presidente acompañado por dos altos funcionarios. No hay líderes europeos invitados, lo que refuerza el carácter bilateral de esta cumbre.
¿Qué busca cada uno en la cumbre?
Putin llega respaldado por China y con la intención de consolidar el control de los territorios que Rusia considera suyos, evitando que Ucrania ingrese a la OTAN. Por su parte, Trump busca que Moscú acepte un alto al fuego y un acuerdo que pueda sostenerse en el tiempo. Sin embargo, estas condiciones han sido rechazadas por Kiev y por sus aliados occidentales.
El portavoz del Kremlin admitió que las posibilidades de éxito no superaban el 25 %, debido a que las posturas siguen siendo muy distantes.
Una reunión con alto valor simbólico
Recibir a Putin en suelo estadounidense es visto como un gesto importante, ya que el líder ruso ha estado aislado en gran parte de la comunidad internacional desde la invasión de Ucrania. El encuentro también recuerda que, en 1867, Estados Unidos compró Alaska a Rusia, un detalle que hoy cobra relevancia en este simbólico lugar de reunión.
Antes de llegar a Alaska, Putin hizo una breve escala en Magadán, en el extremo oriental de Rusia, donde visitó una planta de producción de aceite de pescado y revisó documentos relacionados con la situación en Ucrania y otros temas internacionales.
¿Puede salir un acuerdo de esta reunión?
Trump ha sugerido que, si esta cita tiene avances, podría organizar un encuentro posterior con la participación del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. La idea sería abrir un canal de diálogo a tres bandas. Sin embargo, el Kremlin insiste en que cualquier pacto debe reconocer sus demandas, no solo detener temporalmente los combates.
Aunque el optimismo es limitado, algunos observadores creen que este cara a cara podría ser el inicio de un camino más amplio hacia la negociación. Por ahora, el mundo espera saber si este acercamiento servirá para acercar posiciones o si quedará solo como una foto más en la historia de la guerra.