Tiranosaurio rex: Fósil olvidado y su posible origen en Asia

Durante más de cinco décadas, un conjunto de huesos pasó desapercibido en un museo de Mongolia. Nadie sospechaba que estaba frente a una de las piezas clave para entender el linaje del dinosaurio más temido de la prehistoria. Ahora, con el nombre de Khankhuuluu mongoliensis, el llamado “Príncipe Dragón” se posiciona como un eslabón perdido en la evolución del Tiranosaurio rex.

¿Qué se sabe sobre el “Príncipe Dragón”?

Se trata de una nueva especie que habitó el planeta hace unos 86 millones de años. De tamaño más pequeño, ágil y con un hocico alargado, Khankhuuluu muestra una morfología que lo conecta con especies como Alioramus y Tarbosaurus, parientes cercanos del T. rex.

El hallazgo fue liderado por paleontólogos de la Universidad de Calgary, quienes explican que esta especie demuestra una transición evolutiva clara hacia los grandes depredadores del Cretácico tardío.

¿Qué revela sobre el origen del T. rex?

La mayor revelación del descubrimiento es el origen geográfico: Asia. El fósil sugiere que los primeros tiranosaurios evolucionaron en Asia, luego migraron hacia América del Norte, donde surgiría el colosal Tyrannosaurus rex, y más adelante algunas especies habrían regresado a Asia.

Esta teoría modifica lo que se creía hasta ahora sobre la evolución y dispersión de estos dinosaurios, añadiendo complejidad al árbol genealógico de los grandes terópodos.

¿Por qué el hallazgo es tan relevante?

Además de reconfigurar la historia evolutiva del T. rex, el caso de Khankhuuluu mongoliensis es un recordatorio del valor oculto en los archivos de museos. El fósil permaneció mal catalogado durante 50 años, hasta que una nueva revisión permitió identificar su importancia.

Según los científicos, estos restos ayudan a explicar cómo un depredador tan grande pudo tener orígenes tan humildes. A veces, la historia de los titanes comienza con los huesos de un “príncipe”.