¿Quién es Miguel Uribe, el político baleado en Bogotá?
El senador colombiano Miguel Uribe fue herido por un sicario adolescente. Huérfano desde niño, es una de las voces conservadoras más duras contra la guerrilla.
La vida de Miguel Uribe Turbay quedó atravesada por la violencia desde muy joven. Su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada y asesinada por el cartel de Medellín cuando él tenía apenas cuatro años. Esa pérdida —producto directo del terrorismo del narcotráfico— se volvió un punto de partida para su vida pública.
Años después, Uribe ha seguido una trayectoria política ascendente, impulsada por su deseo de combatir las estructuras ilegales desde el Estado. El atentado que sufrió en Bogotá, en plena actividad de campaña, no solo ha puesto su seguridad en riesgo: ha reactivado los fantasmas de una Colombia que aún no logra dejar atrás la violencia política.
¿Qué representa Miguel Uribe para la derecha colombiana?
Con estudios en Harvard, experiencia como concejal, secretario de gobierno y actual senador, Miguel Uribe se ha posicionado como uno de los principales rostros de la derecha joven en Colombia. Su discurso se centra en la seguridad, la crítica frontal a los pactos con grupos armados ilegales y la defensa del modelo económico liberal.
En 2024 lanzó su precandidatura presidencial con el apoyo del expresidente Álvaro Uribe (con quien no tiene parentesco). Su campaña busca capitalizar el desencanto con el gobierno de Gustavo Petro y presentar una opción de “orden con renovación”.
¿Qué se sabe del ataque que sufrió en Bogotá?
El ataque fue perpetrado por un joven de 15 años que abrió fuego durante un evento público. Uribe fue alcanzado por los disparos y trasladado de emergencia a una clínica, donde su estado se mantiene bajo observación. La policía detuvo al menor en el lugar, y las investigaciones apuntan a que fue un atentado de tipo político.
El hecho ha causado alarma nacional. No existían amenazas públicas contra el senador, y su perfil —aunque activo— no era el más expuesto. Por eso, el atentado ha sido interpretado como una señal preocupante de radicalización en el contexto electoral.
Uribe, esposo y padre de un niño pequeño, repite una frase como mantra de su campaña: “Colombia tiene futuro”. Hoy, su caso plantea la pregunta de si ese futuro podrá construirse sin repetir el pasado de violencia que su propia historia familiar encarna.