Ataques terroristas en Colombia dejan muertos y heridos en Cali
Siete personas murieron y 28 quedaron heridas en una serie de ataques con explosivos y drones en Colombia
Este martes, Colombia vivió una jornada de terror con 24 ataques casi simultáneos en Cali y localidades cercanas. Siete personas murieron y al menos 28 resultaron heridas. Los responsables serían guerrilleros disidentes de las antiguas FARC, según las autoridades.
Los ataques fueron violentos y variados: se usaron disparos, drones con explosivos y motocicletas cargadas con bombas. Cali, con más de 2 millones de habitantes, fue uno de los principales blancos. El gobierno calificó estos actos como “ataques terroristas”.
Entre los fallecidos hay dos policías y cinco civiles. Dos de las muertes se produjeron en Cali. Las otras ocurrieron en poblados cercanos de los departamentos de Valle del Cauca y Cauca, al suroeste de Colombia. Las personas heridas están recibiendo atención médica, y algunas se encuentran graves.
¿Quién está detrás de estos ataques?
Las autoridades señalan a grupos disidentes de las FARC, una antigua guerrilla colombiana que firmó la paz en 2016. Sin embargo, varias facciones no se desmovilizaron y siguen cometiendo actos violentos, especialmente en zonas donde el Estado tiene poca presencia.
El presidente Gustavo Petro llegó al poder en 2022 con la promesa de lograr la “paz total” negociando con todos los grupos armados. Sin embargo, estos ataques muestran que todavía hay actores armados dispuestos a seguir con la violencia.
¿Qué tiene que ver con el atentado al senador Miguel Uribe?
El sábado pasado, el senador Miguel Uribe fue víctima de un atentado en Bogotá. Recibió tres disparos y está internado en cuidados intensivos. Su estado es crítico, pero estable. Es uno de los políticos más conocidos de la oposición al gobierno de Petro.
El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, declaró que se investiga si existe conexión entre los atentados en Cali y el ataque al senador. De ser así, el país estaría ante una escalada grave de violencia política.