Gian Piero Díaz reveló que heredó dolorosa enfermedad a sus hijos

El conductor habló por primera vez sobre la enfermedades crónicas que padece, una de ellas se las ha heredado a sus pequeños
Gian Piero Díaz sorprendió al hablar sobre un aspecto de su vida personal que muchos desconocían y reveló que padece dos enfermedades crónicas, unas de las cuales se las ha heredado a sus hijos.
Gian Piero Díaz reveló que heredó enfermedad a sus hijos
Durante una entrevista en el podcast ‘Ouke’, el exconductor de Esto es Guerra participó de una conversación sobre medicina natural, en la cual sorprendió a los conductores al confesar las enfermedades que padece y cuál heredó a sus hijos.
"Mira, yo tengo dos enfermedades crónicas: una es la migraña y otro es la psoriasis. Trato de manejarlo sin la necesidad de la pastilla, pero la migraña en algunos momentos no la puedo combatir con nada y tengo que 'pepearme'. Yo lo tengo (migraña) desde los seis años, mi esposa también lo tiene y mis hijos han heredado la migraña", reveló Gian Piero.
Asimismo, Díaz contó que optó por recurrir a la medicina casera, pero no funcionó: "A mí, de chibolo para quitarme la migraña, en el colmo de intentar varias cosas alternativas, llegó una persona a mi casa y me dijo: la coronta del choclo la secas al sol, la dejas un tiempo, y cuando esté bien seca la prendes, la apagas y ese humo lo inhalas. Pero ese día me dio una migraña espantosa, ese día", dijo.
Gian Piero Díaz se reencontró con Renzo Schuller en Esto es Guerra
Finalmente, luego de varios minutos de intriga, llegó el momento de conocer a quién sería la dupla de Renzo Schuller en la conducción y tras quitarse la capa, Gian Piero Díaz dejó en shock a al a hacer su aparición a lo grande.
Guerreros y combatientes no dudaron en correr para darle una calurosa bienvenida al conductor, que sorprendió al protagonizar un conmovedor reencuentro con Renzo, a quien fue el primero en acercarse para saludarlo y darse un emotivo abrazo.
Durante este abrazo, Gian Piero y Renzo se dijeron un par de cosas por varios segundos, para luego mirarse a los ojos y sonreír juntos como dejando en claro, que el distanciamiento habría acabado.