Sicario confesó que recibió S/500 para asesinar a chofer
La víctima fue Freddy Flores, padre de cuatro hijos, asesinado en su bus tras su jornada.
El sicario no dudó: disparó tres veces al conductor Freddy Flores Pailán y luego confesó que recibió S/500 por matarlo. El ataque, ocurrido en San Juan de Lurigancho, no solo cobró la vida de un padre de familia, sino que confirmó la dramática crisis que enfrentan hoy las empresas de transporte público. El criminal fue capturado a pocas cuadras y reveló que la banda criminal “La Nueva Generación de Huáscar” le ordenó el asesinato.
Confesión bajo custodia
Jhon Dreny Montoya Chancharí, alias “Monstruo”, fue detenido horas después del asesinato. Durante el interrogatorio policial admitió sin reparos: “Me ofrecieron 500 soles… tres disparos… era el conductor”. El joven, de apenas 18 años, intentó engañar a las autoridades haciéndose pasar por menor de edad. “Pertenezco a la Nueva Generación de Huáscar”, dijo, mencionando también que usó un arma robada a un policía en 2017.
El arma homicida, robada a un efectivo policial en Zapallal, confirma el nivel de organización y violencia con el que operan estas bandas.
Padre, trabajador y músico
Freddy Flores tenía 45 años, era chofer de la empresa ETUSA y padre de cuatro hijos. Esa noche del jueves 29, acababa de culminar su jornada cuando un supuesto pasajero le hizo una señal para abordar. A solo una cuadra del paradero final, Freddy detuvo el bus creyendo que era un usuario más. Sin embargo, se trataba de su verdugo, quien le disparó a sangre fría.
El bus quedó fuera de control y terminó impactando contra un taxi. Freddy agonizaba aún en el volante. Fue trasladado al hospital Canto Grande, pero llegó sin vida. Su esposa, devastada, señaló: “La empresa ya estaba cobrando a los choferes para pagar el cupo... pero no actuaron a tiempo”.
Freddy, además de conductor, era músico. Tocaba el saxofón los fines de semana para tener ingresos extra. Sus compañeros lo describen como alegre, trabajador y solidario. Hoy, su ausencia ha generado una ola de miedo entre los demás choferes, muchos de los cuales han paralizado sus labores.
Extorsión sistemática
Esta no es la primera advertencia de la banda “La Nueva Generación de Huáscar”. Una semana antes, otro bus de la misma empresa fue baleado. Poco después, los extorsionadores escribieron por WhatsApp: “Esta vez fue una visita amical, a la próxima vamos a dejar un frío”. Cumplieron su palabra.
Y el temor no ha hecho más que crecer. Desde setiembre del año pasado, los ataques contra ETUSA se han intensificado: un explosivo en su cochera, mensajes amenazantes firmados por alias “Panameño” y “Pegajoso”, y ahora, un asesinato a plena luz.
El coronel Chang confirmó que hay otros miembros activos en la organización: alias “Pecas”, “Panameño”, “Piero”, entre otros.
Más violencia, más víctimas
La semana no terminó con Freddy. En otro punto de San Juan de Lurigancho, extorsionadores lanzaron un explosivo contra un bus de la empresa Negociaciones Santa Anita. Por fortuna, no hubo heridos.
En San Luis, a plena luz del día, asesinaron a Pablo Francia Vilcapoma, gerente de la empresa de transportes “Los Anconeros”. El crimen fue ejecutado con tal frialdad que el sicario intentó dispararle varias veces más, pero su arma se trabó.
La Dirección de Investigación de Robos de la Policía capturó en diciembre a Erick Bryan Llufire Oré, alias “El Mexicano”, autodenominado “monarca de las extorsiones en Lima Sur”. En su vivienda hallaron libretas con nombres y pagos vinculados a ETUSA.
Una amenaza que sigue latente
Varias bandas, un mismo blanco: el transporte público. Los choferes no solo luchan contra el tráfico y el estrés, sino también contra una amenaza silenciosa: morir por negarse a pagar. El asesinato de Freddy no fue un caso aislado. Es el reflejo de un sistema donde la vida vale menos que una extorsión impaga.
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Sicario confesó haber recibido S/500 para asesinar a Freddy Flores, chofer de ETUSA.
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El asesino pertenece a la banda criminal “Nueva Generación de Huáscar”.
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Freddy era padre de 4 hijos, músico y trabajador ejemplar.
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El crimen ocurrió en San Juan de Lurigancho, tras su jornada laboral.
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El asesino fue capturado a pocas cuadras tras enfrentarse con la policía.
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Empresa ETUSA ya había sido amenazada por esta organización.
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Se vinculan otros ataques similares en San Luis y Santa Anita.
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Policía investiga conexiones entre bandas como “El Mexicano” y ETUSA.
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Compañeros de Freddy suspendieron labores por miedo a nuevos atentados.