SALUDPOL: una lucha contra la indiferencia y la burocracia
En Saludpol, adscrito al Ministerio del Interior, persisten los casos de escasez de medicinas y falta de especialistas
En el sistema de salud policial -SALUDPOL- el derecho se convierte en castigo. Aquí no se pelea únicamente contra la enfermedad sino también contra la indiferencia.
Es el calvario que sufren valerosos policías. Jorge Espinoza era una agente élite, pertenecía al grupo de operaciones especiales DINOES. El 2012 fue uno de los policías que llegó hasta Kiteni, en el Vraem, para buscar a sus compañeros policías perdidos en la fatídica operación Libertad. En medio del operativo de rescate, fue emboscado por las huestes terroristas.
Desde ese momento, su habitación dejó de estar en la base policial y terminó viviendo -por dos años- en el hospital de la Policía. Un héroe para sus compañeros, pero una carga para SALUDPOL que lo obliga a rogar por el reembolso de una parte del dinero que gastó en su proceso de recuperación.
Cada reembolso se convierte, según los pacientes, en una lucha contra la indiferencia y la burocracia. Aquí los policías o sus familias pelean en otro frente: una lucha contra la indiferencia y la burocracia.
SALUDPOL está adscrito al Ministerio del Interior. Su función es que justamente reclamos como estos sean resueltos. Se ha mejorado en los últimos años en infraestructura, pero -según los pacientes- persisten los casos de falta de medicinas y falta de especialistas.
Mientras continúan las denuncias por irregularidades en SALUDPOL, policías que dieron todo por su institución suplican atención médica y la devolución de su dinero.
Los pacientes de SALUDPOL buscan alivio para sus enfermedades, pero las constantes denuncias sugieren que es la institución la que padece una grave dolencia.