Rutas de Lima deja peajes pero túnel Benavides sigue abierto
Rutas de Lima abandonó los peajes de su concesión pero no cerró el túnel Benavides por oposición de la Municipalidad de Surco
A la medianoche del jueves, la empresa Rutas de Lima dejó de operar en los peajes que tenía a su cargo desde el año 2013. La medida incluye un tramo de 54 kilómetros en la Panamericana Sur, desde el trébol hasta Pucusana. Sin embargo, el túnel Benavides, que se encontraba dentro de su administración, no fue clausurado como se había anunciado en su último comunicado.
La empresa argumentó razones económicas para retirarse. Según indicó en su pronunciamiento, ya no puede garantizar la operatividad del sistema vial debido a resoluciones judiciales que suspendieron el cobro de peajes en los puntos de Conchán, Villa y Punta Negra. Estas suspensiones fueron dictadas tras detectarse incumplimientos en el contrato, como la falta de construcción de rutas alternas para los usuarios.
¿Por qué Rutas de Lima intentó cerrar el túnel Benavides?
El comunicado también mencionaba el retiro del túnel Benavides, ubicado en el kilómetro 7 de la Panamericana Sur. Según la concesionaria, esta infraestructura requiere monitoreo constante y vigilancia las 24 horas por la tecnología que permite su funcionamiento seguro. Sin embargo, la empresa asegura que no recibió respuesta de las autoridades para tomar el control de este punto crítico.
Ante esta falta de respuesta, el personal de Rutas de Lima intentó cerrar el acceso al túnel durante la madrugada, pero fue impedido por funcionarios de la Municipalidad de Surco. Las autoridades locales argumentaron que cerrar esta vía generaría un grave impacto en el tránsito vehicular, especialmente en horas punta.
¿Qué dejó atrás Rutas de Lima en su retirada?
Durante un recorrido por el tramo concesionado, se pudo verificar que las garitas de peaje estaban vacías y sin personal. Lo mismo ocurrió con los puestos de auxilio vial, los cuales ya no contaban con equipos o trabajadores operativos. En la página web de la empresa, el único mensaje visible era un anuncio de liquidación: “Rutas de Lima en liquidación”.
Pese a dejar de operar los peajes y servicios básicos de mantenimiento vial, la empresa sostuvo que no está renunciando a sus derechos ni abandonando la concesión, la cual tiene una vigencia de 30 años. También precisó que ha sostenido reuniones con la Municipalidad de Lima, aunque sin llegar a un acuerdo sobre la continuidad operativa.
Este conflicto deja en el aire quién asumirá la supervisión, mantenimiento y seguridad de una de las vías más transitadas del sur de la capital. Mientras tanto, miles de conductores circulan sin certezas sobre el estado de la vía.