¿Por qué Moody’s degradó la calificación de Lima?
Entidad rebajó la calificación crediticia de Lima a Ba1, retirándole el grado de inversión. La medida responde a su alto nivel de endeudamiento y la pérdida de flexibilidad fiscal. El costo de financiamiento se elevará y su acceso a créditos internacionales se verá limitado.
La calificadora internacional Moody’s degradó la calificación de la comuna limeña de Baa3 a Ba1, quitándole oficialmente el grado de inversión. El reporte explica que esta decisión responde a la reciente emisión de bonos por S/1.300 millones, bajo el mandato de Rafael López Aliaga. Esta operación ha elevado significativamente el apalancamiento financiero y debilitado la flexibilidad presupuestal de la capital.
¿Qué consecuencias tendrá la nueva calificación en la gestión edil?
Con esta baja, Lima pasa al nivel especulativo o “bono basura”, lo que encarecerá su acceso al crédito externo e incrementará el pago por intereses. De acuerdo con Moody’s, la relación deuda directa/ingresos operativos pasó del 160% al 248%, mientras que los pagos por intereses subirán del 16% al 24% de sus ingresos.
¿Qué parte del presupuesto está comprometida con deuda?
El 62% de los ingresos operativos están ya comprometidos en fideicomisos para cubrir deudas previas, entre ellas las Notas Sénior 2043. Con esta nueva emisión, solo quedará disponible el 34% del presupuesto para fines distintos al pago de deuda, lo que reduce la capacidad de respuesta ante nuevas necesidades de inversión o gasto público.
¿Cuál es el objetivo de la nueva emisión de bonos?
Según el reporte, los S/1.300 millones servirán para financiar cinco proyectos de infraestructura peatonal. Esta es la tercera y última emisión dentro del programa de inversión de la ciudad. Aunque Moody’s reconoce que Lima conserva márgenes operativos fuertes y altos ingresos propios, alerta que el elevado nivel de deuda y los flujos comprometidos comprometen su sostenibilidad financiera.
¿Hay respaldo del Gobierno frente a este escenario?
Moody’s mantuvo la calificación Ba1 con el supuesto de que el Gobierno central —que tiene una calificación Baa1 con perspectiva estable— podría otorgar un apoyo extraordinario si Lima enfrenta un estrés financiero severo. Sin embargo, este respaldo hipotético no elimina los riesgos actuales.