El nuevo régimen carcelario para los reos más peligrosos
Se inició el “apagón eléctrico” en penales de Lima. 45 reos altamente peligrosos fueron aislados bajo régimen A1 de máxima seguridad en Ancón 1
El Ejecutivo puso en marcha el régimen A1 en el penal de Ancón 1, con el traslado de 45 internos considerados altamente peligrosos. Esta medida, conocida como el “apagón carcelario”, busca aislar a cabecillas criminales y cortar sus canales de comunicación desde prisión.
La decisión forma parte de una estrategia de seguridad impulsada por el presidente José Jerí y coordinada con el Ministerio de Justicia, el Ministerio del Interior y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE). La implementación del régimen A1 ya está activa y se evalúa su aplicación progresiva en otros penales del país.
¿Qué es el régimen A1 y cómo funciona?
El régimen A1 consiste en un sistema de reclusión de alta seguridad dirigido a reos de alta peligrosidad o líderes de bandas criminales. Las condiciones incluyen aislamiento permanente, solo una visita al mes, y dos horas de patio al día.
Además, se elimina por completo la existencia de instalaciones eléctricas no autorizadas, un problema común en pabellones donde los internos conectaban artefactos de forma clandestina. El “apagón” también implica el retiro de televisores, radios y electrodomésticos que podrían facilitar comunicaciones ilegales.
¿Qué internos fueron trasladados al régimen A1 en Ancón 1?
Los 45 reclusos fueron identificados como generadores de violencia o sospechosos de dirigir crímenes desde prisión. Entre ellos hay líderes de organizaciones criminales involucradas en extorsiones, sicariato y tráfico de drogas.
El traslado se realizó de manera sorpresiva y bajo fuerte resguardo policial. La Policía Nacional y el INPE confirmaron que la intervención no registró incidentes. Todos los internos pasarán ahora a un estricto monitoreo y aislamiento absoluto, en espacios controlados y sin contacto con otros pabellones.
¿Se aplicará este régimen en más penales?
El Gobierno ha indicado que se trata de una primera fase y que el régimen A1 podría ampliarse a penales como Lurigancho, Castro Castro y otros centros penitenciarios de alta población.
El presidente José Jerí y el ministro de Justicia, Eduardo Arana, evalúan replicar el modelo en base a los resultados en Ancón 1. Según las autoridades, el objetivo es evitar que los cabecillas continúen operando desde prisión y debilitar la estructura de las mafias.
La medida también contempla inversiones en infraestructura carcelaria y mayores controles internos para evitar que se reinstalen redes de comunicación ilegal.