El Monstruo, El Jorobado y otros: 2025 fue el año de la extorsión
Organizaciones criminales se apoderaron de territorios, negocios y hasta gobiernos locales en 2025. El crimen se perfeccionó, mutó y dejó miles de víctimas sin justicia.
Se convirtió en la pesadilla más temida del Perú. El 2025 será recordado como el año en que el crimen organizado y la extorsión alcanzaron su punto más alto. Personajes como “El Monstruo”, “El Jorobado” y “Los Pulpos” transformaron barrios enteros en zonas de guerra y sometieron a comerciantes, empresarios y hasta artistas con amenazas, armas y dinero sucio. La violencia se institucionalizó. El miedo se hizo rutina.
Lima fue el epicentro, pero las réplicas se sintieron en Trujillo, La Libertad y otras regiones. Cada grupo tenía su estilo. Desde drones explosivos hasta hackers, pasando por mujeres testaferros, las organizaciones criminales perfeccionaron métodos y multiplicaron víctimas. La extorsión ya no era una llamada. Era un sistema. Y detrás, un país sumido en el silencio de quienes no sobrevivieron para denunciarlo.
¿Cómo actuó “El Monstruo” desde Bolivia?
Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, operó desde Bolivia. Allí montó un call center criminal que funcionaba con hackers y números extranjeros. Desde la altura, emitía amenazas directas a policías, empresarios y hasta grupos musicales. Su organización, “Los Injertos del Cono Norte”, usaba redes sociales para enviar mensajes de terror. Videos donde sostenía rifles, audios con amenazas y órdenes para atacar a locales o unidades de transporte.
¿Qué poder acumuló “El Jorobado”?
Adam Smith Lucano Cotrina, conocido como “El Jorobado”, construyó un imperio del miedo. Dominaba zonas como San Martín de Porres y tenía conexiones con autoridades locales. Su vehículo fue hallado dentro del municipio de Carabayllo.
Tenía empresas fachada como Cerlimas, que blanqueaban dinero con eventos municipales. Controlaba fiestas, distribuía bebidas y decidía qué orquesta podía tocar. Cuando un grupo se resistía, las balas hablaban por él.
¿Cómo afectaron los ataques al mundo artístico?
2025 marcó el inicio de un ciclo sangriento para agrupaciones musicales. Agua Marina y Armonía 10 fueron blanco de ataques por negarse a pagar cupos. Paul Flores, vocalista, fue asesinado. Otros grupos como Son del Duke sufrieron atentados contra sus buses.
Las amenazas no eran simples advertencias: hablaban de “matar cantantes” si no cumplían las condiciones. Los extorsionadores vieron en el arte una nueva forma de control territorial.
¿Qué rol cumplió la organización D.E.S.A.?
D.E.S.A. y sus derivaciones —como D.E.S.A. 3— se consolidaron como la evolución del Tren de Aragua. Sus líderes como Jhorman Barrios crearon una estructura criminal con área de recursos humanos, administración de pagos y control médico de sus trabajadores.
Exigían a choferes y cobradores certificados médicos para justificar ausencias. Filtraban información, producían videos intimidantes y mantenían presencia activa en los paraderos más transitados del norte de Lima.
¿Cuál fue la ruta del dinero sucio?
Los cabecillas utilizaban criptomonedas, cuentas de mujeres y negocios legales para esconder sus ganancias. Desde relojes de lujo hasta piruetas en motos, el dinero se movía sin dejar huella. Wensy Márquez, pareja de Jhorman Barrios, era conocida como “la reina del filtro” y administraba los ingresos. El sistema financiero digital y los vacíos legales permitieron que la fortuna crezca mientras las autoridades luchaban por seguir el rastro.
¿Cómo impactó la violencia en regiones como Trujillo?
En La Libertad, el terror fue constante. Trujillo vivió una serie de explosiones, asesinatos y amenazas que la convirtieron en la cuna de la extorsión. Empresas, buses y locales eran marcados con stickers y símbolos de bandas. Incluso el Ministerio Público fue blanco de ataques. La población vivió bajo toque de queda informal. Muchos huyeron de sus barrios ante la posibilidad de convertirse en la próxima víctima.
El año también reveló una peligrosa conexión entre el crimen y las instituciones. El fundador de “Los Pulpos”, Jhon Smith Cruz Arce, salió libre después de 17 años. Su hijo, Jhonsson Smit Cruz Torres, continuó con la estructura desde el extranjero. Los vínculos con minería ilegal y el tráfico de influencias fueron señalados como amenazas latentes. Las organizaciones no se disolvieron, mutaron. Y mientras unos caían, otros ya estaban en camino.
• El 2025 fue el año de mayor expansión de la extorsión en el Perú
• Cabecillas como “El Monstruo” y “El Jorobado” dominaron Lima y provincias
• Artistas como Agua Marina fueron atacados por negarse a pagar cupos
• Bandas como D.E.S.A. usaban empresas fachada y criptomonedas para lavar dinero
• Trujillo vivió una ola de terror con amenazas, explosiones y asesinatos
• El crimen mutó, se reorganizó y sigue presente