Madre herida por bala perdida en chifa lucha por su vida

Una mujer fue alcanzada por una bala perdida en un chifa de Villa El Salvador. Su familia clama justicia y denuncia negligencia médica. Domingo al Día accedió a los testimonios exclusivos de sus seres queridos.

Elizabeth Ruiz Morales almorzaba con su esposo en uno de sus restaurantes favoritos cuando, sin previo aviso, se desató el horror. Un sicario ingresó al local disparando a quemarropa y, en apenas cinco minutos, dejó cuatro heridos, entre ellos, esta madre de familia.

Las cámaras de seguridad captaron al gatillero llegar a toda prisa, abrir fuego y huir en cuestión de minutos. “Estábamos tranquilos… y de pronto le hicieron daño”, relató su esposo, Miguel Santa María, aún con la voz entrecortada.

Elizabeth fue impactada por una bala que cambió su vida. Su hija recuerda el momento con angustia: “Mi mamá gritaba de dolor”, dijo entre lágrimas. Desde entonces, la familia vive una pesadilla.

Sin atención médica oportuna

Lo que siguió fue aún más indignante. Elizabeth fue llevada de emergencia al hospital de Villa El Salvador, pero allí —según denuncia la familia— no quisieron atenderla. “Fue un médico… y nos dijo que ya no se podía hacer nada aquí”, relató la hija de la víctima.

“Yo grité de la desesperación porque mi mamá no podía respirar”, continuó. La indignación es compartida por su padre: “Nos cambiaron la vida, pido que nos ayuden y que no traten mal a mi esposa”, exigió.

Ante la denuncia, el hospital María Auxiliadora, donde ahora se encuentra internada, emitió un comunicado asegurando que continuará brindando atención médica a la paciente.

Diagnóstico devastador

La bala alcanzó la médula espinal de Elizabeth. Los médicos han sido contundentes: no volverá a caminar. Su hija no se resigna. “Me dijeron que la médula está destrozada […] pero pido una segunda opinión”, implora.

En su testimonio se puede sentir la fe con la que lucha: “Estoy arraigada a una fe […] estoy luchando por mi mamá”. La familia cree que aún hay esperanza y necesita apoyo urgente.

Cada día visitan el hospital con una mochila llena de esperanza. “Sabemos que ella se siente… es muy activa”, señala su hija, aferrándose a los recuerdos y la personalidad inquebrantable de su madre.

La madre que no se rendía

Elizabeth fue siempre una mujer trabajadora, alegre y profundamente dedicada. Desde muy joven luchó para sacar adelante a sus hijos de la mano de su esposo. La noche anterior al ataque, había atendido su puesto de comida rápida.

Hoy, ese carrito permanece cerrado, esperando su regreso. “Me da pena todos los productos que tenía”, recuerda su esposo.

Pero Elizabeth no solo amaba a su familia. También amaba a los animales. En cada recorrido por Villa El Salvador rescataba perros y gatos abandonados. Su casa se convirtió en un refugio improvisado lleno de cariño.

“Mi esposa era animalista, los esterilizaba y los cuidaba”, recuerda Miguel Santa María. Hoy, él cuida de esos animales como puede. Pero muchos ya deben ser dados en adopción, pues no hay recursos para sostenerlos.

Su hija señala: “Mi mamá tenía un albergue de perritos… pero ahora con los gastos es difícil”. Aun así, la promesa silenciosa del amor de Elizabeth sigue latiendo en cada ladrido.

Una ciudad herida

Este caso es solo uno de muchos que retratan una grave crisis de seguridad ciudadana. Elizabeth representa a los cientos de peruanos que han sido víctimas inocentes de la delincuencia desatada.

Hasta el 18 de marzo de este año, se han registrado 475 homicidios en el país. Eso significa que cada 4 horas una persona muere asesinada, y la mayoría de los crímenes se comete con armas ilegales.

Como lo expresó un ciudadano: “Puede ser un pasajero o un empresario […] nadie está libre”. La violencia no da tregua, y la gente vive con miedo constante.

Un rostro que representa a todos

Elizabeth ya no es solo una víctima. Es el rostro de una ciudad herida, símbolo de un país que exige justicia y seguridad. Una madre, esposa, protectora de animales, cuya vida fue alterada por una bala que nunca debió existir.

“Nadie está a salvo ni siquiera en su propio negocio”, dice otro testigo. La extorsión, el sicariato y la impunidad han dejado hogares enlutados y una nación que grita por soluciones.

• Elizabeth Ruiz Morales fue impactada por una bala perdida en un chifa de Villa El Salvador.

• Su familia denuncia que no fue atendida a tiempo en el hospital de VES.

• El disparo le dañó la médula espinal; los médicos afirman que no podrá caminar.

• Su hija pide una segunda opinión y apoyo urgente para su madre.

• Elizabeth era madre, esposa, animalista y vendedora de comida rápida.

• Tenía un refugio informal de mascotas junto a su esposo.

• Cámaras de seguridad registraron el ataque perpetrado por un sicario.

• El caso refleja la crisis de inseguridad en el Perú.

• Hasta marzo se han registrado 475 homicidios, un 30% más que en 2024.

• Elizabeth se ha convertido en un símbolo del drama nacional por la violencia.