Línea 1 del Metro de Lima: colas, robos y falta de seguridad
Usuarios denuncian esperas de hasta 60 minutos, robos y un sistema de recarga obsoleto en el metro más usado de Lima
A diario, miles de limeños hacen largas filas para subir al Metro de Lima. En hora punta, los usuarios deben esperar entre 30 y 60 minutos en colas que ocupan calles, ciclovías y veredas.
El sistema que una vez representó modernidad, hoy refleja abandono, hacinamiento y frustración ciudadana. “Todos los días viajo y siempre hay demora”, dice un pasajero resignado.
¿Por qué las colas son tan extensas?
La espera no es por el viaje, sino por el ingreso. "Se demora más haciendo cola que en el trayecto hasta Bayóvar", lamenta otra usuaria. Las estaciones de Villa El Salvador, Parque Industrial y María Auxiliadora muestran diariamente un panorama de andenes vacíos por dentro, pero saturados por fuera.
"Hay días en los que solo funcionan dos torniquetes", denuncia una usuaria. Luis Quispe Candia, experto en transporte, alerta: “Hay tal cantidad de pasajeros que el servicio debe perfeccionarse”.
¿Qué riesgos enfrentan los usuarios al hacer cola?
Las colas son también escenario para el hampa. En estaciones como Pirámide del Sol, La Cultura y Jorge Chávez, ya se han reportado asaltos, presencia de mafias de revendedores de tarjetas con saldo falso y hasta sicariato. “Cobran 2.50 soles más por pasaje”, reclama una usuaria.
A pesar de que existe una “policía ferroviaria”, muchos cuestionan su real eficacia. “¿No deberían estar resguardando las calles?”, se preguntan vecinos tras ver cadáveres cubiertos con bolsas negras en los ingresos.
¿Por qué no se puede pagar con tarjeta o celular?
Mientras el mundo usa códigos QR, monederos digitales y tarjetas de débito, en la Línea 1 solo se acepta efectivo. No hay opción digital ni tarjetas interoperables. “No hay forma de recargar en tiendas ni con celular”, reclama un usuario.
“El sistema de recarga es obsoleto y no se actualiza”, explica Luis Quispe Candia. Además, hay quienes deben usar varias tarjetas distintas para moverse entre el Metro, Metropolitano y corredores.
¿Qué pasó con la tarjeta única de transporte?
La ATU prometió en 2024 que la tarjeta única estaría lista este año. Sin embargo, José Carlos Soldevilla, vocero de la entidad, dijo que “recién en 2026 estará operativa y comercialmente activa”. Hasta entonces, los limeños seguirán haciendo colas y recargando múltiples tarjetas.
La Línea 1, pese a ser la más antigua y usada, no ha sido integrada al sistema. Una ironía para el país que se acerca a 204 años de independencia con un transporte del siglo pasado.
¿Cuánto tiempo tiene el sistema y cómo empezó?
La primera piedra del Metro fue colocada en 1986, bajo la administración de Alan García y Jorge del Castillo. La obra quedó paralizada por terrorismo y falta de fondos. En 2011, García reinauguró el tramo hasta Estación Grau.
Pero desde entonces han pasado más de 11 años sin mejoras sustanciales, salvo algunas promesas políticas. Hoy, el Metro es un sistema congestionado, con andenes estrechos y sin conectividad con la Línea 2.
En Buenos Aires, Santiago, Medellín y Caracas, los metros son antiguos, pero eficientes y digitalizados. Ninguno exige hacer cola al sol o bajo la lluvia, ni enfrentar mafias de salderos o tarjetas clonadas.
Mientras tanto, en Lima, “más tiempo se pierde recargando que viajando”, señalan pasajeros. “¿Por qué seguimos atrapados en un sistema que no evoluciona?”, se pregunta la ciudadanía.
Pese a los retrasos, la Línea 2 avanza con características modernas: puertas de seguridad, accesos directos y un sistema fluido. Sin embargo, las líneas 3 y 4 aún son promesas.
Para muchos, la única esperanza es que el Ejecutivo no se vaya sin inaugurar al menos un nuevo tramo… aunque sea como en el último gobierno aprista, con más anuncios que soluciones.
Resumen:
Colas interminables, robos, recargas lentas y falta de seguridad resumen la experiencia diaria en la Línea 1 del Metro de Lima. Pese a ser el sistema más usado, su infraestructura no ha sido modernizada y sigue sin integrarse a la red nacional de transporte. Los usuarios piden una solución inmediata mientras enfrentan a diario una pesadilla en lugar de un viaje eficiente.