El Jorobado lloró en audiencia por situación legal de sobrinos

Es el temido cabecilla de una de las organizaciones criminales sintiendo el peso de la justicia. Es la reaparición de Adam Smith Lucano Cotrina, alias El Jorobado, desde el penal de máxima seguridad Ancón 1.

Al terminar la última audiencia judicial, del 21 de octubre, de Los Sanguinarios de la Construcción y cuando los fiscales y los jueces ya se habían retirado de la sala, los miembros de la presunta organización criminal aprovecharon que la sesión aún no había sido cancelada.

Los ocho procesados miraban atentos a la pantalla querían escuchar al hombre que, según las autoridades, les daba órdenes desde las sombras.

Adam Smith Lucano, El Jorobado, utilizó una de las páginas de una resolución judicial para enviarles un mensaje: "Enzo, Gareth, no dejen de confiar en Dios, los quiero mucho”. Luego aprovechó el tiempo y habló con los sobrinos que estarían inmersos en su red criminal.

Ya no es solo el Jorobado el que está en la mira de justicia. Ahora también están dos de sus sobrinos, Enzo Lucano y Gareth Blas Lucano, quienes trabajaban como su seguridad.

Las pruebas no son menores: escuchas legales, testimonios bajo código de reserva y seguimientos encubiertos revelan cómo se movía el dinero, cómo se daban las órdenes y cómo el poder de alias El Jorobado traspasaba los barrotes de la prisión.

Hoy, el cabecilla no enfrenta solo a la justicia. En el banquillo lo acompañan su sangre, sus sobrinos. El hombre que hizo del miedo su fortaleza, es testigo de cómo su imperio cayó sobre su propia familia.