Ingeniero murió tras choque entre ómnibus y Metropolitano
Prometía cambiar el mundo, pero un bus con papeletas truncó los sueños de este joven ingeniero
Un joven ingeniero perdió la vida en un accidente que pudo evitarse. Jamil Castillejo, de 24 años, regresaba a casa después de estudiar cuando un bus de transporte informal, con múltiples papeletas, colisionó con un bus del Metropolitano en pleno Cercado de Lima. La tragedia encendió la alerta sobre la informalidad en el transporte público.
La tarde del miércoles 30 de julio, pasadas las dos, la vía exclusiva del Metropolitano a la altura de Alfonso Ugarte se convirtió en escenario de una escena desgarradora. Tres personas murieron y al menos 27 resultaron heridas. Entre las víctimas estaba Jamil, quien iba en el asiento del copiloto de la custer, revisando sus apuntes para un examen de postgrado.
¿Quién era el joven ingeniero que murió en el accidente?
Jamil Kevin Castillejo Capcha soñaba con cambiar el mundo. A sus 24 años ya se había colegiado como ingeniero y estaba matriculado para empezar una maestría en agosto. Su compromiso con el medio ambiente lo llevó a impartir charlas en colegios y a trabajar durante dos años como promotor en programas municipales de ecoeficiencia.
Su madre recuerda con orgullo los logros de su hijo. “Era estudioso, responsable, tenía toda una vida por delante. Nadie me va a devolver a mi hijo”, dijo entre lágrimas. Amigos y familiares aún no asimilan la noticia, muchos pensaron que no respondía porque estaba concentrado estudiando.
¿Qué se sabe del bus que protagonizó el choque?
La unidad involucrada pertenece a la empresa La Nueva Estrella, conocida también como “el Anconero”. Registra al menos ocho papeletas impagas desde 2018, sumando más de 8 mil soles. Además, sobre ella pesaban tres medidas cautelares que obligaban a su internamiento en un depósito, algo que nunca ocurrió.
Según especialistas, el sistema actual de sanciones no impide que estos vehículos sigan circulando. “La responsabilidad es compartida, pero el Estado tiene que garantizar que una unidad con tantas infracciones no transporte pasajeros”, indicó un vocero de la ONG Luz Ámbar.
¿Quién conducía la unidad y por qué seguía en las calles?
El conductor de la custer, Andrés Yopan, también falleció. Tenía 39 años y 15 de experiencia en el rubro. Su familia explicó que él no era dueño del vehículo y solo cumplía órdenes. Las fallas mecánicas serían responsabilidad de la empresa.
A pesar de la magnitud del siniestro, en menos de 24 horas otras unidades volvieron a invadir la vía exclusiva del Metropolitano. La informalidad sigue presente y las medidas correctivas, ausentes. El sistema actual no disuade ni sanciona con efectividad.
Este caso ha dejado más que cifras. Dejó historias como la de Jamil, un joven que prometía soluciones y que soñaba con dar a su familia una mejor vida. Hoy su ausencia es un llamado de atención urgente a un problema que sigue arrebatando vidas.